LA MUERTE DE LAS IDEOLOGÍAS

"Viva el mal, viva el capital"

-La bruja averías-

La bola de cristal

Tenía que llegar. Era cuestión de tiempo. Quizás pille desprevenida a toda una generación acostumbrada a otras formas y lealtades, pero no cabe duda de que a los milenials y sus descendientes les parecerá normal. Y habrá sido en parte por la desafección progresiva hacia la política y en parte porque era la derivación natural del sistema. El hecho es que lo que antes se enunciaba despectivamente como "cambiar de chaqueta" o transfuguismo, y que era no solo sumamente extraordinario sino excepcional, es ya una tendencia aceptada y normalizada. Fuera caretas.

Y no es más que la expresión más sucia de lo que todos sospechábamos: que la gente estaba en política sólo por ganarse la vida. Y que la idea de servicio público desde las propias ideas era una falacia, un eufemismo, una excusa barata con la que nos engañaban. 

Se va Soraya del PSOE como ayer se fue Silvia del PP o Joan Mesquida, o en unos días se irá Ángel Garrido, o en parte se ha ido Errejón,.. Como se fueron de sus respectivas filas antes Irene Lozano, Toni Cantó, Jorge Vestringe, Alejo Vidal Cuadras,.. (*). En el Ayuntamiento de mi ciudad se rifan a la primera abogada gitana -joven y fotogénica- entre los dos principales partidos (que no digo yo, líbreme Dios, que estas circunstancias hayan tenido que ver en este interés o haya electoralismo en la competencia por encima de su valía). No se sabe si es de una u otra ideología ni ella lo pone como premisa para prestar su rostro a uno de los dos programas políticos y candidaturas.¿Sería esto lo del fin del bipartidismo?

Quien se beneficia de ello lo llama fichajes en una metáfora muy adecuada del "mercado" futbolístico. Liberalismo partidista. Mercadeo. Capitalismo de los cargos. Compraventa. Prostitución de los ideales. Trasvase de talentos. Libre movimiento de mercancías y personas. Intercambio de cromos. Ideologías intercambiables. Choose your weapon.

Igual es lo que debe ser. No digo que no. Y por fin vamos más a votar a la persona que al partido. Ojalá. Y asistamos al abandono paulatino de la metodología política que más daño ha hecho a nuestra democracia: la disciplina de partido. Aunque tenga que ser desde la traición a las siglas a las que prometiste fidelidad eterna y ahora abandonas por el interés más zafio, el de seguir cobrando. La figura del "independiente" se generaliza para huir de las connotaciones negativas de cada sigla pero contar con el recurso humano concreto. Las ratas abandonan los barcos cuando se hunden.. o cuando no te dan lo que pides.. o cuando te defenestran los tuyos tras perder unas primarias, o simplemente cuando ves que hay más posibilidades de seguir cobrando un sueldo bajo el paraguas de otros colorines.. No digo que me parezca mal. Y aunque lo pensara daría igual pues es imparable. Igual es la señal tan esperada de que ha llegado una nueva forma de hacer política en que no están tan claros los "lados" y hay mayor transversalidad pudiendo compartir ideas de todos ellos abandonando las viejas concepciones lineales de izquierda y derecha tan obsoletas ya. Digo que es un síntoma de los tiempos evidente, Y que ha muerto ya no la ideología sino el sentido de la palabra (Y el de la obediencia debida y la lealtad corporativista mal entendida, lo cual no me parece del todo mal y es lo mejor de todo esto). Y que si ya no me quedaban muchos argumentos para creerles ahora menos (Y no hablo solo de los que se cambian de lado pues en esta nueva deriva mía de desconfianza hacia el ser humano autodestructiva, cínica y catastrofista tengo la sensación de que los que no lo han hecho todavía es porque no han recibido aún una mejor oferta y les interesa más seguir donde están). Me limito a hacer una foto de la realidad sin interferirla con mis principios e ideas propias. Solo digo que esto era más limpio, si quieres mas puro,.. y más ingenuo, cuando seguíamos creyendo que aunque hubiera algo de ambición personal lo que primaba era la idea de servicio a los demás.

Y ya.

(*) O Rosa Díez aunque sinceramente no la incluyo entre los anteriormente citados desde la confianza en su honradez. Puede que hubiera una gran dosis de personalismo en su figura, pero no creo que lo hiciera por seguir viviendo de la política.