sábado, 28 de noviembre de 2015

EL VENDEDOR DE HUMO



Su vida profesional había sido una sucesión de trabajos cuyo nexo en común era que tenían nombres pomposos y ningún contenido. No sabía lo que era ganarse la vida honradamente. No es que fuera un delincuente, aunque a veces había rozado la estafa, sino más bien se trataba de un vago con estilo. Alguien que había sabido convencer a los demás de que tenía algo que ofrecer aunque no fuera así. 

Empezó dando charlas sobre epistemología ante auditorios formados por personas que no se atrevían a decir en alto que no sabían lo que era aquello por miedo al ridículo académico. También pasó por la consultoría, la certificación de calidad, la prevención de riesgos, la formación de ejecutivos, el outdoor training, psicólogo de gatos..Usando palabras como nicho o implementar se había hecho un nombre.

Últimamente había visto en el sector digital una nueva oportunidad y había probado un tiempo como blogger de moda y luego Community manager.

Su secreto estaba en el uso inteligente del tiempo. Nunca se dedicaba a algo más del necesario. Solo el suficiente para que no le pillaran. Para no dar oportunidad a nadie de descubrir el engaño.

Ahora se publicitaba como "gestor de marca personal".

El mes pasado me crucé con él en la calle 7 con Kensington. Hacía mucho que no nos veíamos. Nos paramos a charlar entre la gente un instante. Tras los saludos y cortesías de rigor mi curiosidad se abrió paso y le disparé la pregunta a bocajarro.

- Bueno. Ya he visto tu nuevo perfil profesional en Linkedin. Oye Charlie ¿Que cojon** es un "Gestor de marca personal"? 

- Bueno John (Nunca supe por qué me llamaba John si me llamo Peter), es sencillo.  Como experto asesor de imagen me contratan para humanizar perfiles en las redes. Diseño estrategias de alto impacto social para aumentar la penetración en el mercado de la popularidad de personas que quieren estar presentes allí donde hay que estar hoy día. Aplico herramientas de aumento exponencial de presencia en redes sociales y gestiono perfiles en orden a lograr su aumento expansivo de relaciones.

- Vale. O sea, que como tienes mucho tiempo libre y ellos no, te dedicas a mantener la cuenta de twiter de algún ricacho que no sabe hacerlo por si mismo colgando comentarios en su nombre. O de alguien ocupado pero que cree que teniendo cuenta es más humano, políticos y eso. Es decir, que das likes desde cuentas falsas para aumentar el número de los me gusta de algún adolescente niño pijo. Intentas que sus nombres salgan en Google en la primera página a base de entrar muchas veces en su perfil para ver si es ese el secreto. ¿Algo así?

- Es más complicado. No tan sencillo.

- ¿Haces fotos a la gente y se las cuelgas tú en su cuenta de Instagram para que alguien alimente su egolatría o parezca más feliz de lo que es? ¿Ni siquiera se las haces y solo te las mandan y tú las retocas y las cuelgas?.. ¿Les suplantas en Facebook con su permiso para que parezca que están vivos en las redes?

- .. No es eso exactamente.

- ¿Y te pagan por ello?

- Eso cuando pagan.

Y ya.


martes, 24 de noviembre de 2015

LA PALABRA PERDIDA

Una tras otra las persianas del despacho del comisario fueron cerrándose impidiendo ver a los agentes y detectives que en ese momento estaban en la jefatura lo que sucedía dentro. El inquilino de aquel despacho había ido girando una por una las cadenitas que hacían que las hojas pivotaran sobre si mismas hasta cerrar el paso a la luz y a la mirada de los curiosos. Cuando acabó, la conversación continuó tras el paréntesis que el jefe de policía se había tomado para llevar a cabo aquella operación. Todos pudieron oir fuera los gritos.

- ¡Usted obedecerá mis órdenes! Punto. -sentenció.

La persona a la que iban dirigidas aquellas palabras se encontraba en ese momento sentada en el sofá que el comisario reservaba a las visitas. Esa familiaridad enfurecía aun más al superior. 

- Y ahora, si no tiene nada más que añadir, salga.
- Pues ya que lo dice.. - empezó Mulligan.
- ¡Maldita sea detective, era una pregunta retórica! -gritó el jefe de policía.
- Pero es que me sigue pareciendo una solemne estupidez ¿Va a sacar usted a un hombre de la calle, de casos realmente importantes, para esta idiotez?
- Son órdenes de arriba. Vienen de la central y hay que obedecerlas. Algo que parece que usted ha olvidado.
- Esos burócratas mariquitas de Washington no sabrían reconocer el verdadero trabajo policial ni aunque les diera una patada en el culo.
- Es política detective. Y ni usted ni yo somos quién para poner en duda las órdenes.
...

- La Real Academia de la Lengua ha perdido una palabra y nosotros somos los encargados de encontrarla -continuó el comisario dirigiéndose al detective ya en un tono menos formal-. Esta es la foto del objeto cuyo término que lo describa con exactitud nadie acierta a encontrar.

Y mientras hablaba le alargó la imagen.



- ¡Pero esto es un puto plumas normal y corriente!.
- Error - ya han intentado aplicar esa explicación pero no encaja. No en todos los casos está acolchado y forrado por dentro con plumas.
- Pues yo que sé -dijo Mulligán - ¿Un abrigo? ¿Un chaquetón? ¿Una cazadora? ¿Una trenka? ¿Una parca? ¿Un lóden?
- Ya, ya.. o  una zamarra, una pelliza, un trench, un tres cuartos, una chaqueta, un cortavientos, una chupa, un chubasquero, una bomber, una chamarra...No se haga el listo. A esa gente le gusta la precisión en el lenguaje. Los expertos ya han intentado usar todas esas expresiones en el contexto de una frase pero siempre se han rendido al final. Ninguna de ellas responde con exactitud al concepto. Se ha perdido la palabra. Salga, pregunte por ahí, indague, husmee. ¡Haga su trabajo maldita sea!.. Y encuentre ese maldito término. Así podremos seguir dedicándonos a nuestra función de verdad en cuanto acabe este encargo. 
- ¡Hay que joderse! Resulta que todo el mundo ahora lleva ese tipo de ropa ¿y nadie sabe como se llama?
- A mí qué me cuenta. Pregúnteles a ellos como la llaman. Pero le advierto que eso ya lo han hecho otros antes. Y mejores que usted. Y nadie ha acertado con el término correcto.

- ¿Se puede? -dijo una voz femenina desde el exterior del despacho.

El comisario abrió y enmarcada bajo el dintel estaba la señora de la limpieza.

- ¿Qué quiere? No ve que está interrumpiendo trabajo policial.
- Son las ocho -dijo ella- Todos se han ido y yo tengo que hacer mi trabajo también. 

El comisario y el detective miraron sus relojes respectivamente. No se habían percatado del paso del tiempo. Cogiendo sus gabardinas de la percha salieron. La mujer pasaba el trapo por encima de la mesa lánguidamente y empezaba a preparar sus útiles para limpiar el polvo del mobiliario, barrer y fregar.

- ¡Eh, amigo! -gritó la limpiadora mientras se alejaban-. No se si es importante pero ¡Se deja usted aquí esta foto de un ANORAK!

Los dos investigadores se miraron durante un momento en silencio y luego simultáneamente estallaron en carcajadas.

Y ya.


jueves, 19 de noviembre de 2015

S.P.Q.R.


Fíjate si andaremos pillados que en mi partido hemos acordado que me presente al Senado por mi circunscripción electoral. Tras una somera reflexión he entendido la jugada; Un partido que aboga por la supresión de esta institución me propone para que forme parte de ella. Está claro: quieren que me la cargue desde dentro. Nadie más indicado.

Pero las cosas o se hacen bien o es mejor no hacerlas. Y yo me tomo estás cosas muy en serio. Así que, como era de prever, me ha entrado el ataque de angustia y los siete males. Con sudores fríos provocados por el vértigo de la responsabilidad y el sentido de estado y del deber cívico he desempolvado los apuntes de la carrera rápidamente para repasar para qué valía esa insigne cámara legislativa, qué se hacía en ella, quiénes la formaban, cómo se llega (para dar las indicaciones correctas al taxista) y, sobre todo, cómo hay que ir vestido, porque lo que no quiere uno es hacer el ridículo si acaso en un conato de confianza sus conciudadanos y convecinos consuman el gesto de confiar en él. Con un par. ¡Connio!

Dado que quemé mis apuntes de constitucional en un fuego de campamento aquel insigne verano en que por fin aprobé la asignatura, la única fuente a la que he podido acceder han sido los de derecho romano que por alguna razón extraña aún estaban por mi trastero (lo cual me ha hecho dudar no fuera a ser que aún no hubiera aprobado esta otra disciplina y veinticinco años después descubriera que me tenía que volver a examinar para acabar la carrera -pesadilla recurrente-. Y los orales de Romano eran lo peor).

Varias han sido las dudas que me han surgido una vez consultadas mis notas (que no fueron precisamente para presumir). 

Me honra que hayan pensado en mí para esta tarea en la que desde el "Senatus" y junto al "Populus" formaremos la "Res pública", pero no tengo claro cómo voy a defender los intereses de Roma sin estar al tanto de sus problemas. La última vez que estuve allí fue hace más de quince años cuando aprovechando una oferta de viaje en autobus para asistir a la canonización de no se quién pude confundirme entre los feligreses asistentes. Y así, peregrino, por el camino (que siempre lleva donde lleva) cogido de la mano agarrado a tu cintura te canté a la sombra de los pinos.. ah, no. Perdón.

Bueno, pues eso. Que tras dieciséis horas de rosarios y avemarías llegué por fin y pude escaquearme para irme al Foro y al Coliseo. Y esa es toda mi experiencia con la Civita orbis terrarum, con la metrópoli del imperio y tumba del apóstol. Y que no se si es suficiente para presentarme a todo un señor Senado. Pero bueno, doctores tiene la iglesia.¿O eran curas?

Lo que me ha quedado claro (gracias a los gráficos encontrados en Internet) ha sido cómo he de vestir la toga, prenda que, en mi humilde opinión, aunque te da un cierto aire chic, ya está pasada.












Y ya que sale el tema he de manifestar mi queja con Google pues me ha confundido más que ayudado en mi búsqueda. Primero porque no me queda claro cuándo se celebran las famosas "Fiestas Toga" y segundo porque no entiendo cómo funcionan los elevadores esos con los que tomas la palabra y hablas ante ese foro en ese sitio tan curioso rodeado de gente tan rara (¿Habrá que hacerse esos peinados para hablar ante los demás senadores?)


Yo  por si acaso he ido sacando mi toga del armario, pero me he llevado la sorpresa de que la mía no se parece nada a la de los gráficos que he visto por ahí.¡Me timaron again!


Y es que ya me gustaría a mi salir.
Así podría decir mi frase:

"- No se de que me está hablando Vader. Soy un miembro del Senado viajando en misión diplomática"

Mola

Y ya




lunes, 9 de noviembre de 2015

LA EXPRESIÓN DE EUGENIO

Deuteronomio 5.21.

Hoy lo he vuelto a ver. Hacía semanas. Al principio me ha costado reconocerle pero era él. Vestía distinto más cuando me he parado en el paso de cebra en cuya esquina estaba apoyado no he tenido dudas. No podría confundir esa expresión viscosa y repugnante.
Él no me ha visto. Estaba ocupado mirando como él mira. Con esa mirada suya tan atenta. Abstraida de lo demás. Eso me ha permitido fijar en mi retina, durante los cuatro segundos que he estado delante suyo, su actitud y sobre todo su gesto.

Había visto mil veces esa expresión en su rostro. No podía equivocarme. Siempre fue muy reconocible. Es la misma que la del magistral Toni Leblanc en la primera de Torrente haciendo de padre miserable, La de Caderous en el Conde de Montecristo, la de Smeagol al convertirse en Gollum, la de Homer Simpson. 
La del viejo verde. La del putero baboso. La de la avaricia y el deseo insano. 
Era la que tenía en la cara cuando se asomaba desde la zanja para mirar las piernas de las señoras al pasar con la esperanza de ver algo prohibido. El rostro cutre de la lascivia. La misma que seguro tuvo hace mil años en el rostro un dominico acariciando a un niño recién llegado al seminario; Unos ojillos malignos medio cerrados como tramando algo mientras mira al objeto de su deseo taladrándolo. 
La acompañaba una boca torcida en un gesto característico. Con la punta de la lengua asomada por la comisura sonriente. Una sonrisa desagradable. 
Era la suya, lo ha sido siempre, una mirada torva y sucia. La de quien desnuda a alguien y le asoman a los ojos las intenciones. Una expresión silenciosa. Nunca decía nada al cubrirse con ella el rostro. Y eso era lo peor. 
Es la de Eugenio una expresión que no necesita espectadores ni público. No está hecha para la conversación. Es un monólogo de mirada. Es una a la que le sobran los demás. No existen. Solo su dueño y su objetivo. No la hace para la grada. Ni para él mismo. Solo es reflejo de su alma y de su pensamiento impuro en ese instante. 

Pero quien le ve ahí parado con esa expresión en el rostro mirando a lo lejos siente algo negro dentro.

Dicen las malas lenguas que a Eugenio le ha tocado un pellizco en la lotería. Ya no se le ve por la obra. Hoy vestía pantalón verde de pana, un barbour, bufanda y gorra de paño de marca para tapar su calva al frío de la calle. Iba bien afeitado. Estaba a la puerta de un colegio privado. Apoyado con descaro en la esquina frente al paso de peatones. Miraba sediento a las madres que dejaban a sus hijos a primera hora. 
No hacía nada. Sólo eso. Miraba. Y su expresión era la misma que cuando sin decir nada, seguía con la mirada desde el andamio a las chicas pasar de camino a las facultades por debajo de él. 

Hoy me ha dado mucho asco la expresión de Eugenio. La del que está, en ese preciso instante, incumpliendo el noveno mandamiento. La de quien está consintiendo pensamientos y deseos impuros. La de quien está codiciando la mujer del prójimo.

¡Pero hombre Eugenio disimula un poco! Que todos hemos deseado a la vecina del tercero pero no dejamos que se nos note tanto. 

Y ya.


sábado, 7 de noviembre de 2015

BLOGGER

Pues si queridos followers, poned vuestro modo fan en ON y preparaos para, una vez más, seguir mis consejos de moda si queréis estar en la tendencia. Como sabéis no es fácil ser trending y yo, que soy super style, os doy mil ideas para que vuestra elección nunca deje de sorprender a vuestros amigxs. Y si de paso consigo que me entre un dinerillo con la publi pues genial, no? XDD

La elección del outfit diario es superimportante. Qué os voy a contar que no sepáis. Hoy os traigo un must. Un review de una prenda imprescindible en todo fondo de armario.
El topic de hoy son los cuadros sobre fondo amarillo que son lo más. Yo particularmente me declaro superfan. #Muerodeamor.




Combinables con todo. Llamativos y chispeantes. Valientes. Si los llevas, como yo hoy, en chaqueta, emparejados con pantalón pitillo verde pistacho y unos "Showars" en los pies (I´m in love. Rendido a sus pies total) serás el rey y la fiesta girará a tu alrededor. Juega con los tonos de las gafas en azul y con calcetines de lana a bandas naranjas (Ni se te ocurra la horterada del foulard. Está completamente pasado).

Recuerda: Solo uno de estos tres complementos, nunca dos. O gorra, o tirantes, o corbata (y mejor si es pajarita, pero de color, eh! Nunca negra). Y viceversa (que nunca he sabido lo que significa pero es una palabra que me encannnnta). Tampoco cuadros sobre cuadros (la camisa leñadora para exterior, no bajo jacket!!!! horror!!! Mal!!! Alarma de mala combinación!!!)
La bolsa cruzada en tonos militares o aventureros sigue siendo mainstream. Toda una apuesta válida que dará un toque final destroyer y práctico al conjunto (¿Donde sino llevar el ipad?). Esta temporada en la comunidad indy la inclinación en ese mundillo está entre el árido, el arena, y los tonos coyote y tan. En materiales bastos y deshilachados. Nunca "camouflage" y vamos dejando el verde oliva y el caki, vale?

No recomiendo con cuadros amarillos ni coleta-moño-recogido encima de la cabeza, ni cascos XXL, ni grandes anillos que pegan más con el look que mañana trataremos.. Tampoco arremangarse para dejar ver los tatoos del brazo. Hoy no toca si eliges este outfit. ... Pero está claro que puedes seguir o no mis consejos. Tu sabrás si quieres marcar trend o no XDD
;-)

El toque definitivo.. ya sabes: tu vespa azul.


En el próximo post: cuidados del bigotebarba. Hasta mañana hipsters! Y no os olvidéis de darme un +1.

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Y ya.