domingo, 7 de marzo de 2021

DINÁMICA DE GRUPOS

 


Estudio del Axioma de Penderton (o "de la dinámica de TODO grupo humano") que se enuncia así:

1) TODO grupo humano alcanza su TECHO DE ÉXITO e indefectiblemente luego declina.

2) TODO grupo humano EN CUALQUIER CONTEXTO IMAGINABLE se comporta así:

        a) Nace (de manera más o menos espontanea u organizada pero en un momento concreto empieza. Puede ser cristalización de un proceso previo de asentamiento y cohesión pero a partir de cierto momento cronológico se puede dar por nacido el grupo).

        b) Se organiza (De manera natural y tácita u orgánica/artificial/expresa se estructura mínimamente: normas asumidas y aceptadas, fines, objetivo de la existencia del grupo, funciones y eventualmente jerarquías).

        c) Funciona (Durante un tiempo hace aquello para lo que nació)

        d) Alcanza su TECHO DE ÉXITO (Como el nivel de máxima competencia individual en el Principio de Peter, en los grupos hay un momento en que todo va genial y se está logrando la meta para la que el grupo nació y es su razón de ser.)

        e) Se contamina (Habitualmente el logro del alcance del pleno TECHO DE ÉXITO viene acompañado de propuestas de aprovechar este mediante procesos de "rentabilización" o de "reforma" del grupo para convertirlo en algo distinto de para lo que nació y llevarlo hacia algo que no era originariamente. Aparece el "interés" individual que hasta ese momento no se había manifestado.)

        f)  Atraviesa una fase de legitimación del egoísmo personalista: Los más hábiles presentan pasos a dar desde ese punto, los exponen como pasos naturales de todo grupo aunque conllevan satisfacción de intereses personales -los suyos-. Habitualmente el manipulador usa para defender su postura alguno de estos argumentos:

                - La legitimidad del interés personal.

                - La opción de la destrucción del grupo en caso contrario

                - La supuesta obligación legal de adoptarlos.

                - La exigencia del mismo grado de compromiso con el grupo que el que él/ellos tienen.

                - La amenaza del abandono

                - La poca inteligencia de no aprovechar el momento por la rentabilidad que tiene el éxito logrado.

En esta fase SIEMPRE se detectan comportamientos dogmáticos reconocibles por la fórmula ".. Pero yo entendía que todos teníamos claro que.."

        g) Se aplican esos cambios

        h) Ello implica disensiones y tensiones que hasta ese momento no existían. Habitualmente se producen episodios de secesión.

        i) El grupo SIEMPRE se desnaturaliza y pierde su esencia (Hace cosas distintas de las que le daban razón de ser y por las que nació)

        j) Indefectiblemente (más tarde o más temprano) el grupo desaparece en procesos abruptos o de lenta destrucción por desgaste.        


Y ello es válido y aplicable a:

- Grupos presenciales duraderos

- Grupos de Whatsapp

- AMPAS

- Asociaciones

- Agrupaciones temporales por un interés.

- Grupos de Facebook

- Grupos temporales

- Etc.

Y LO SABES.

A la vista de todo ello Penderton aconseja..

.. encontrar el TECHO DE ÉXITO del grupo y no pasar nunca de ahí POR NINGUNA RAZÓN y JAMÁS!

Y ya.

Nota: Sostiene Penderton que si no se da este proceso o le falta alguna de sus premisas -fin, estructura, etc.-es porque no estamos ante un grupo sino ante otra cosa: un equipo que ha quedado para un partidillo, un matrimonio, un encuentro, amigos de fiesta, una cena, una sociedad mercantil, una turba, etc.. Y hasta en estos pueden darse estos procesos aunque no siempre o si se dan era lo esperable como en una sociedad empresarial.)


SERES SUPERIORES


¿Qué duda cabe de que hay personas que son superiores a otras? Parece obvio y sin embargo el pensamiento políticamente correcto nos hace temer reconocerlo en alto como si ello conllevara automáticamente la pertenencia al partido Nazi. Me atrevería a decir, si ello tranquiliza a los correctores políticos (y correctoras), pero sobre todo porque lo creo, que toda persona es superior a las demás en algo. Y no solo no hay en ello nada de malo sino que es lo normal y además da igual reflexionar mucho sobre ello ya que es inevitable. Pero no quiero refugiarme en el argumento fácil. Porque hoy hablo de esas personas que son claramente superiores a las demás por alguna habilidad excepcional, talento, genialidad, etc. que los sitúa en ese espacio reservado al que llamamos élite.

Soy incapaz de imaginar mirando un tablero de ajedrez más allá de lo que puede hacer mi oponente en la siguiente jugada si yo hago determinado movimiento. Y ello no me impide admirarme con asombro y reconocer la evidencia de que hay quien puede tener en su cabeza todas y cada una de las posibilidades de una partida, cada respuesta y las variantes que abre, cada reacción a lo que el otro pueda hacer, las probabilidades, etc.

Hay gente que juega en otra liga. Que digo otra liga, que juega a otro puto deporte. Son los socios del club de ver la sexta jugada de ajedrez. Es evidente que es así.

Leo en el periódico de hoy un artículo sobre la memoria fotográfica, la capacidad eidética de retener imágenes (textos, páginas enteras, libros completos, planos detallados..) que algunas personas poseen y que me provocan inmensa envidia. Oigo de esas personas que "ven" las notas musicales en su cabeza como colores, las que pueden leer tres libros en una noche y retener su contenido con capacidad sintética y comprensiva. He hablado mil veces con amigos de la posibilidad de que a las personas a las que llamamos valientes les falte el gen en que habita la precaución o el miedo haciéndolas más audaces y menos temerosas del riesgo (montañeros, deportistas de riesgo, algunos militares, pilotos, astronautas, etc..), escucho leyendas urbanas de contadores mentales de cartas que usan su habilidad para estafar a los casinos, reconozco en la historia dotes de mando y liderazgo en personas concretas, visión estratégica de grandes generales que son capaces de tener en su cabeza todas las incidencias posibles de una campaña (y que tienen el dudoso talento de ver a las personas como recursos prescindibles, que todo hay que decirlo. No todos los talentos son positivos)..

Es un hecho demostrable que hay personas con un talento que les sitúa muy por encima de los demás.

Hay catedráticos de filosofía que dedican toda una vida de estudio a reflexionar, escribir ensayos y enseñar en torno a conceptos epistemológicos, a la fenomenología, a qué es o no la verdad, a si la esencia precede a la existencia o es al contrario.. Hay matemáticos, físicos teóricos que viven en una realidad distinta a la del común de los mortales entre cuantos y cuerdas, en realidades abstractas en el más amplio sentido de la palabra. 

Una reacción muy frecuente ante nuestra incomprensión de estos niveles es la ridiculización de todo lo que no tenga una inmediata aplicabilidad pragmática. Es normal ver reacciones de rechazo irónico (¿Y eso para qué vale?) a este tipo de personas en lugar del reconocimiento de su superioridad intelectual. Ello conllevaría lógicamente el de nuestra inferioridad ante ellas y no estamos dispuestos a hacerlo salvo que nos obliguen o nos podamos refugiar en la aceptación generalizada de la misma. 

Ese mismo esquema se puede aplicar a la franja más "ordinaria". A la nuestra, a la común, a la que todos los demás pertenecemos. Miro a mi alrededor y no me cuesta nada encontrar seres superiores a mí en habilidades concretas y talentos específicos. A todos nos pasa. Nos generan admiración quienes manejan con soltura habilidades sociales que a nosotros nos cuestan, a quienes se juegan la vida con valentía cada día en su trabajo, a quienes dedican tiempo de manera altruista a causas, a quienes hacen operaciones matemáticas con gran rapidez, a quienes tiene el don de la elocuencia, a quien se expresa con emoción, a quien ve oportunidad de negocio donde los demás sólo vemos una cosa sin valor, al alma sensible que transforma una gota en el cristal en poema, a quien tiene la magia de reconfortar al otro y saber escucharle que a nosotros nos falta, o al paciente, al tranquilo, al dueño de si mismo y de su destino, a quien tiene la fuerza de voluntad que nos es ajena.. 

Igual cultivar la humildad de reconocer la superioridad del otro y trabajar con asertividad la capacidad de encontrar la faceta en que somos superiores y exigir su reconocimiento serían un buen primer paso.

Y ya.