miércoles, 17 de junio de 2020

LOS LIBROS QUE LEÍMOS, LAS PELÍCULAS QUE VIMOS.



- ¿En cuantos mundos has estado Fabien?
- En miles, .. en decenas de miles. 
- ¿Que aprendiste en tus viajes?
- Visitarlos me hizo más humilde, más crítico, más idealista pero también más sabio, más cercano a la verdad y por tanto más conocedor, más triste y más feliz por todo ello. Conocí lugares y personas que en cien vidas no podría conocer. Creadores de historias, juglares y narradores me dejaron entrar en sus imaginaciones, en espacios y gentes que no existen realmente hasta que alguien los visita en las páginas o los fotogramas.
Yo los poblé. Estuve allí. En todos ellos.
- ¿Qué te hizo empezar el viaje?
- La curiosidad. De niño y joven siempre estaba leyendo. Y cuando digo siempre es siempre. Lo que fuera. Lo que cayera en mis manos. Era obsesivo. Enfermizo. 
Mis padres me hicieron el mayor regalo con su ejemplo. Mi recuerdo de mi padre en mi infancia es levantándose del sillón en el comedor para hacer una consulta en la biblioteca del mueble de la habitación cada vez que tenía una duda. Su regalo fue poner a mi alcance libros. Llenar los estantes de enciclopedias..; generales, de arte, historia, museos,.. regalarme una enciclopedia juvenil, hacer que identificara regalo con libro.. cada reyes, cada cumpleaños.. 
Cuando tenía doce años ya tenía cientos de libros y había leído mil. La biblioteca de mi colegio era parada obligada antes de ir a casa. Me llevaba los máximos que dejaban y cada día los renovaba por otros cuatro tras haberlos devorado.
Leía sobre animales, records, de anatomía y cuerpo humano, anécdotas, biografías..
Mis favoritos eran las novelas de misterio. Un día conocí a Sherlock Holmes y nunca me separé de él desde entonces, luego vino Poe, Agatha Christie, Leblanc, Chesterton..
Después supe que en otras casas y con otros niños no era así. Yo creía que todos hacíamos lo mismo: Ver películas y leer ¿Qué otra cosa podía estar haciendo un niño o un joven? ¿De que otra forma calmaban aquella curiosidad insaciable, aquellas ganas de saber cosas?
Tuve la suerte de tener amigos como yo con quienes compartía la aventura de la Compañía del Señor de los anillos, amigos que disfrutaban del cine, lo vivían, hablaban de lo que les había sugerido una lectura o una película vista en la pantalla grande o en sesión de tarde en la 1, citaban frases, rememoraban conmigo escenas y pasajes...
Nunca hice la cuenta pero seguramente al llegar a los treinta había leído cerca de cinco mil libros y visto más de tres mil películas. Muchos de ellos varias veces. Empecé pronto y lo hice intensamente. Y es lo mejor que he podido hacer nunca.
¿De qué modo se puede vivir una vida completa si no has leído y visto cine? Leído a escritores que te hagan pensar, visitado tierras que nunca existieron. 
Eso te da la base para la siguiente etapa: pensar por ti mismo, paladear la vida, degustar la belleza en el arte, en la expresión del ser humano, admirar lo que somos, viajar, encontrar el amor, disfrutar de la casualidad de la existencia, buscar la verdad, crearte un código al que agarrarte en la tormenta, entender la riqueza de la diversidad, aborrecer del dogmatismo, amar a los demás, reconocerte en el mundo, aportar algo a tu paso, educar hijos.. vivir plenamente.
- ¿Lamentas algo?
- La muerte, que no me dejará seguir viajando por los libros que me quedan, las películas aún no rodadas, las historias por crear, los rincones reales innumerables por recorrer, los mundos que otros han creado para mi y no me dará tiempo a visitar.

Y ya.





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