(Dios odia a los cobardes -Fangoria-)
When we grew up and went to school
there were certain teachers who would
hurt the children in any way they could
by pouring their derision upon anything we did
and exposing every weakness
however carefully hidden by the kids.
But in the town, it was well known
when they got home at night, their fat and
psychopathic wives would thrash them
within inches of their lives.
The happiest days of our livesThe wallPink Floyd
Os odio.
Odio a los cobardes.
Odio con todas mis fuerzas a los que tienen una vida de mierda y lo pagan con quienes les rodean, a menudo dándoles todo el amor que saben darles.
Odio al patético idiota que, adornado momentáneamente con una pequeñísima parcela de poder, se proyecta sobre quien tiene influencia aprovechando ese momento, creyéndose lo que no es y humillando al que espera para entrar en la discoteca porque le han dado la "autoridad de la puerta", al anciano en el autobús restregándole su juventud maleducada, a su novia de 15 años haciéndole sentirse un guiñapo, o lo que equivalga en cada caso miserable.
Odio al abusón del colegio que inseguro de si mismo invade la única esfera en la que se sabe fuerte, y destruye a la gente más débil de su alrededor para sentirse reforzado en su mediocridad.
Odio al mierda que se siente inferior cada asqueroso día de su existencia y paga su desgracia con sus alumnos porque en el aula es la figura de autoridad, no como cuando vuelve a casa y le recuerdan que no es nadie.
Odio a la esposa castradora que te hace saber a cada segundo que no eres suficiente para ella y que ya le dijo su madre que debía haberse casado con Anselmo, que ese al menos tenía tierras.
Odio al jefe tirano y déspota que traslada los abusos que le hacen a él proyectando en sus subordinados sus frustraciones.
Pero si a alguien odio más que a ninguno de todos estos cobardes es al niñato malcriado que mortifica a sus padres, al hijodeputa que hace sentirse como una mierda a su pareja humillándola en público o en privado porque su relación con él o ella es su único espacio de fortaleza, al sociópata que hace daño a otro (¡a un niño!) porque le produce placer.
Pegar a un padre o a una mujer debería castigarse en el más bajo de los círculos del infierno. Hacer daño a un inocente, más aún cuando es un niño, por la sensación de gusto que la mente enferma obtiene, hace al sujeto reo del peor de los sufrimientos.
Que no hay acto más cobarde que vengar tu propia debilidad en quien encuentras más débil en tu entorno. Nada te hace ser más minúsculo y patético, aunque por un momento insignificante sientas lo contrario, que trasladar lo que otros te hacen sentir a ti en aquellas personas sobre las que tienes poder. Eres un mierda y no puedes huir de eso por más que lo intentes con tus actos miserables.
¡Psicópatas cobardes!.. No sois nada o peor, y lo sabéis. Y frustrados vengáis vuestra desgracia y debilidad en quienes tenéis más cerca. Gentecilla que habéis encontrado en hacerles daño el espacio para ser algo cuando sabéis que no sois nada. Porque sabéis que no sois nadie.
Os odio.
Y Ya.
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