martes, 28 de junio de 2022

CUANDO TODAS LAS CANCIONES HABLABAN DE TI

 "Rose-lipped maidens, light foot lads"

A.E. Hausman

"¿Qué te pasa? chiquillo ¿Qué te pasa?
Me dicen en la escuela y me preguntan en mi casa.
Y hasta ahora lo supe de repente, cuando
oí pasar la lista y ella no estuvo presente.
La de la mochila azul, la de ojitos dormilones.
Me dejo gran inquietud y bajas calificaciones.
Ni al recreo quiero salir, no me divierto con nada.
No puedo leer ni escribir.
Me hace falta su mirada.
De recuerdo me quedan sus colores,
en las hojas del cuaderno
dice "amor" entre borrones.
Yo quisiera mirarla en su pupitre
porque si ella ya no vuelve mi salón será muy triste
."

No era la chica más hermosa pero a mi me lo parecía, y a los 17 años estuve enamorado de ella hasta las trancas. Tenía unos ojos almendra y un kiki supergracioso que coronaba su melenita. Un flequillo simpático y una risa plateada que era lo que más me hacía derretir. Era una carcajada franca, ligeramente masculina. Una pequeña explosión como de quien no puede contener la risa en la boca y se le escapa un poco más alta de lo que le hubiera gustado. Reía con toda la cara. Me pasé aquel año escribiéndole poesías y dibujándola sin atreverme a decir lo que sentía por ella. La miraba embelesado cuando la tenía unas filas delante y ella no sabía que la observaba en clase, y en las ocasiones en que la tenía detrás en el pupitre justo a mi espalda estaba nervioso esforzándome en no hacer nada que pudiera parecer ridículo a sus ojos. Como todos los enamorados, con 18 años flotaba en el aire esperando verla a la mañana siguiente. Oía canciones en bucle y creía que hablaban de mi.

"Una calle de París
No es tan sólo oro lo que allí perdí,
Una apuesta al corazón
Nunca juegues si sólo queda tu honor.
Y ahora hay una habitación
Con un cuadro y un colchón.

Una calle de París
Su recuerdo, todo lo que conseguí
El adiós de una mujer
Se llevó la paga, el vino y el placer.
Y en mi vieja habitación
hay cortinas para que no entre el sol,"

Una calle de París
Duncan Dhu

Soñaba tan solo con ir de la mano con ella. Un día reuní valor y le pedí salir conmigo pero me dio calabazas. A ella le gustaba uno de mis amigos. Fue una época maravillosa.

"I can live

with or witout you."

-U2-


Mi hijo tiene ahora aquella edad o un poco más y sale con una chica. Y yo no puedo más que morir de envidia recordando lo que se siente con esos años.

...Jóvenes doncellas de labios rosados, muchachos de pies ligeros.


"¿Qué tenéis contra la nostalgia?"

Romano -La gran belleza-

sábado, 18 de junio de 2022

EL FOLLADOR INMORTAL Y SUS EXTRAÑAS TEORÍAS

"NEW JERSEY POST: Hoy entrevistamos al señor McLeod, Connor McLeod del clan McLeod a orillas del lago Shinnan. Señor McLeod ¿Es la inmortalidad tan deseable como los mortales imaginamos o la tenemos idealizada?

CONNOR McLEOD: En mi caso sin ninguna duda. Si le hace esa misma pregunta .. que le voy a decir.. al conde Drácula por ejemplo, igual le dice otra cosa. También hay elfos muy quejicas que llaman a la muerte "El don" como si fuera un regalo que diera Dios a los hombres y a ellos los condenara a un eterno deambular aburrido por la existencia y los sucesivos siglos. Pero yo no. A mí me gusta.

N.J.P.: Usted ha visto siglos de cambios ¿A cual de ellos le ha costado más acostumbrarse?

C. McL.: Pues le va a sorprender. Parecería lógico decir que a los avances tecnológicos o a los cambios en los usos sociales a lo largo de todo este tiempo, pero le diré que lo que me tiene completamente descolocado es la evolución que ha habido en torno al sexo.

N.J.P.: ¿El sexo? Pues si, efectivamente, he de reconocer que me sorprende su respuesta. ¿A qué se refiere? 

C. McL.: Tiene que tener en cuenta que aunque ahora estén acostumbrados a lo contrario, la idea de placer femenino para mí no es algo natural sino que he tenido que aprenderlo. Los cambios en ese aspecto han sido absolutamente revolucionarios en estos últimos siete siglos. Cuando yo descubrí el sexo la mujer era poco menos que una cosa sobre la que los hombres se descargaban procurándose placer. Era un placer urgente, inmediato, improvisado e instintivo. Importabas tú, ella no era nada. Ella no importaba. Así había estado siendo desde hacía milenios y siguió siendo así hasta hace muy poco e incluso sigue siendo así para mucha gente en muchos sitios del planeta. Eso es algo que ustedes apenas valoran.

Hace solo unas décadas, tras decenas de miles de años de otra cosa, de pronto a los hombres se les hizo saber que si no se preocupaban por el disfrute de sus parejas eran reos de un egoísmo imperdonable. Lucharon contra el instinto que les decía que aquello no era lo acostumbrado tras cientos de generaciones con otro paradigma. Y vencieron. Y ahora, cuando eso ya ha cambiado al menos en las sociedades avanzadas y ese mutuo disfrute forma parte de la concepción normal de las relaciones de pareja se les vuelve a descolocar con nuevos cambios. Y se les acusa, desde el pie de igualdad que tanto han tardado en conquistar y que tanto merecían las mujeres, de paternalistas y de no respetar su autonomía y su independencia ¡por hacer lo que hasta hace poco se les pedía y que por fin habían conseguido interiorizar tras años intentando aprenderlo!.  

N.J.P.: No se si entiendo lo que está queriendo decir.

C. McL.: Se lo explicaré con una metáfora: Hace siglos un hombre viajaba y su mujer le seguía. Se paraba a comer por el camino cuando él decidía y ella se detenía un poco alejada. Le veía comer. Ella no lo hacía. Tal vez le lanzara alguna migaja pero no le preocupaba excesivamente su supervivencia salvo en la medida en que le fuera útil. Como una res. Como una cosa. Hace poco sin embargo estaba socialmente aceptado que ese hombre habría cenado con ella e invitado a la cena. Hoy día cada comensal se paga su propia cena y nadie cede el paso a nadie al entrar.

N.J.P.: Me he perdido.

C. McL.: No me extraña. Ni yo tengo muy claro lo que he querido decir ni cómo salir de este jardín ahora. Creo que en el fondo hablo de que "50 sombras de Grey" ha sido un éxito de ventas tan aplastante con millones de copias vendidas, de que la palabra "empotrador" encabeza las preferencias sexuales de las mujeres, de que las cantantes que más venden en el mundo lanzan inconfundibles mensajes de sumisión y los disfrazan de lo que llaman empoderamiento, de que las revistas supuestamente dirigidas de manera preferente al público femenino consolidan y perpetúan en sus páginas un estereotipo pero dicen luchar por otro. Hablo de confusión.

Y ya.

miércoles, 8 de junio de 2022

GRACIAS

 

"Luchamos por algo que tiene que llegar seguro. Y lo veremos.                                   Y lo que es mejor; lo verán nuestros hijos."

 

Roma, Ciudad abierta

Roberto Rosellini -1945-


"Veo cosas,.. cosas maravillosas."

Howard Carter

Desde que tengo consciencia madura de la existencia mi estado vital es de constante agradecimiento. Gratitud por los cientos de miles que se dejaron la vida en el camino para que yo pueda vivir ahora como vivo, haciendo ordinario algo que ellos sólo soñaban para sus hijos. Y por la inmensa suerte que tengo. Doy gracias cada segundo de mi vida por todos los dones que me han sido dados sin haber hecho nada para ello. Por el aire que respiro. Por el milagro que sé que es el mismo hecho de la vida. Por la inteligencia para entender esto y el sentido de la belleza para valorarlo. Por haber conocido la amistad sincera. Por haber tocado la bondad. Saber lo que es el orgullo. Por la cultura en la que he nacido y que se ha ido construyendo durante siglos y milenios hasta llegar a decantarse en los valores que ahora la componen y que son en los que yo desarrollo mi vida entera. Y a todos los que pasaron por esos milenios dejando con sus anhelos y esperanzas la semilla que hoy yo recojo.

Y me siento en deuda con los que vengan tras de mi por ello (Por algo gracias se dice obligado en portugués) y enfadado con los que quieren destruirlo y con los desagradecidos que sólo destacan la oscuridad y se empeñan en entristecerme. Y confuso por no tener a quien dar las gracias salvo a todos. Y alegre, y asombrado en la ingente fascinación de mirar a mi alrededor y ver cada día las cosas maravillosas que veo.

 Y ya.


CUTRISMOS

No conocía al comensal que me habían puesto al lado pero mi sentido arácnido debería haber saltado ante las evidentes señales de alarma. Algo tenía que haberme puesto sobre aviso cuando vi que se quitaba la chaqueta, se aflojaba la corbata y se arremangaba. En cualquier caso por mucho que hubiera echado a volar la imaginación nunca hubiera alcanzado a siquiera acercarme en mis peores pesadillas a lo que vino después. Las más altas cotas de vulgaridad iban a ser superadas con creces; Durante las siguientes dos horas pidió varias veces que le volvieran a recitar la carta antes de decidirse, voceó de lado a lado de la mesa en que estábamos reunidos castigando mi oído y el del resto de personas que trataban de disfrutar de su comida, sus carcajadas zafias resonaban en las paredes, hizo un par de bromas desagradables al personal, especialmente al femenino, pidió el vino de la casa y primeros "para compartir al medio por no dar de ganar a estos piratas", según dijo. No contento con eso untó con fruición de su plato y en el colmo de la falta de elegancia lo hizo de la fuente común en que nos habían servido en la mesa la carne ¡para luego ofrecerla a otros comensales como si fuera lo más normal del mundo "rebañar" de manera compartida!.  

Para más inri su conversación giró durante todo el rato sobre herencias de personas a las que yo no conocía. Luego resultó que para él también eran ajenas, y en alguno de los casos incluso el causante aún no había siquiera fallecido.

Cuando ya no daba crédito a lo que estaba viendo me sorprendió con la nueva batería de groserías que el individuo me tenía reservadas. Casi me caigo de espaldas cuando para hacer hueco a la tercera vez que se levantaba para repetir, cogiendo de las fuentes de otras partes de la mesa y volviendo con su plato lleno a su lugar, ¡vacío sus sobras en mi plato ya vacío y en espera de ser retirado!. Tras ello, desabrochándose ostentosamente el cinturón a los postres, se palmeó la panza satisfecho y requirió del camarero con tono soez y a voces unos palillos "para mi y para estos señores". A continuación repartió los que disimuladamente le habían traído lanzándolos sobre la mesa en la creencia sincera de que los demás éramos igual de toscos que él y hacíamos uso de estos elementos tras las comidas. Se ve que en su mundo aquello era lo ordinario, nunca mejor dicho.

Insistió finalmente en que cada uno se pagara lo suyo, pagó por separado, repasó detalladamente la cuenta y pidió un par de aclaraciones antes de hacer el abono correspondiente. Y no solo no dejó propina sino que ridiculizó que los demás lo hiciéramos.

- ¿Eso es todo?- preguntó el juez cuando terminé de hablar

- Si señoría -respondí.

- Bien, puede irse.

- ¡Pero señor juez! -gritó el abogado de la acusación.

- No veo el más mínimo indicio de delito -contestó cortante al exabrupto-. Es evidente que estamos ante un acto de legítima defensa de manual.

y ya.