La maravillosa metáfora del miedo que todos tenemos a la muerte, que está en el texto de la escena, ha servido durante décadas para ilustrar la evanescencia y futilidad de la existencia. La insoportable levedad del ser. La triste conciencia de que en realidad no somos nada, que cuando nos vamos nos vamos y simplemente dejamos de existir. Sin más. Ha sido decorado para conversaciones reflexivas y pensamientos profundos acerca de la esencia de la humanidad, de en qué consiste ser humano más allá de haber sido creado de uno u otro modo. Ha dado pie a sesudos cuestionamientos acerca de la existencia de la vida eterna y de Dios.
Esos recuerdos que el Nexus 6 había vivido y que nosotros, humanos, no creeríamos;.. Esas naves en llamas sobre el hombro de Orión, esos rayos C más allá de la puerta de Tannhauser,.. Todo lo que al irse definitivamente un ser consciente se perderá en el tiempo como lágrimas en la lluvia..
...
.. Y mientras le escuchaba Harrison Ford pensando; "Menudo idiota, todavía no se ha dado cuenta de que hasta eso eran implantes"
Y ya.
(Para más reseñas destroyers que te hagan estallar la cabeza sigue mi Blog)
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