miércoles, 11 de febrero de 2015

AUTOINDULGENCIA


Natt Simmons es uno de esos tipos insoportables que, por alguna extraña razón que nadie se explica, vive la vida desde la desconsideración hacia los demás. Algo debió equivocarse en su educación cuando crío para tener tan perdido el sentido de la medida. Pertenece a ese subgénero que cree que las pautas que para los demás rigen no sirven para él. Y no es por desconocimiento de la norma, que no eximiría de su cumplimiento, pues la conoce, sino directamente por un extraño sentido de la autoindulgencia. Es como si considerara que a él le ha sido otorgado el derecho a saltársela por su cara bonita. Si no fuera porque me interesa por negocios hace tiempo que habría dejado de tratarme con él. No soporto a los maleducados.

Pero lo peor de Natt es que tiene un código propio, un momento, una clave, una señal, a partir de la cual ya se cree con derecho a ser maleducado. Algo que hace como auto consigna para dejarse llevar por su falta de educación hacia los que le rodeamos. Un gesto con el que se justifica ante si mismo y le permite ser el grosero que es. Una espita en su subconsciente. En cada entorno es una distinta, pero todas son reconocibles y en el fondo la misma. Algo que hace y a partir de lo cual ya puede ser el idiota que es como si se diera permiso a sí mismo. Como si avisara de antemano y con eso quedara todo ya explicado. Como si dijera ..ya se que voy a ser imbécil con lo que me dispongo a hacer, pero con esto se me perdona.

Para que me entendáis Natt es ese conductor que va delante de ti por la calle y de pronto te sorprende haciéndote frenar bruscamente y obligándote a dar un volantazo para sortearle. Tan campante simplemente enciende las luces de emergencia y estaciona en medio de la vía cerrando el paso y anulando un carril. ¡Y cree que es suficiente! ¡Lo cree sinceramente! Luego sale del coche y te mira como diciendo "He puesto las luces de aviso, así que...". Ese tipo de gentuza cree en serio que encender los cuatro intermitentes ya les justifica para hacer todo lo que quieran. Que con eso basta.

Es de esos que se cuela poniéndose en primera fila a codazos y piensa que con ir repartiéndolos mientras repite "paso, ..perdón,..un momento.., cuidado,..." ya es suficiente para que disculpes su estulticia. Un jeta, vamos.

A veces, mientras está hablando contigo, suena su celular. Natt sencillamente lo coge, contesta y te deja con la palabra en la boca. Mientras tú estabas hablando (respondiendo por ejemplo a una pregunta que él mismo me acababa de hacer como la última vez) se ha apartado a un lado para que no oigas su conversación y se ha limitado, como gesto de cortesía hacia ti debe creer, a levantarte ante las narices el índice con la cabeza girada a otro sitio. En su mente maleducada eso equivale a "perdona un momento que tengo algo más importante que hacer que seguir hablando contigo". Y cree en serio que con eso es suficiente.

Natt me saca de mis casillas cuando usa sus coletillas al hablar. Son esas frases que anuncian que a continuación viene un comentario completamente inapropiado y falto de tacto por su parte. Tiene muchas. Y con ellas delante de la frase idiota que viene luego se cree que puede decir lo que quiera; "Espero que no te moleste pero...", "No te ofendas si te digo que...", "Si quieres que te diga la verdad...", "Ya sabéis que yo soy muy directo así que diré que..", "Me vais a perdonar pero..", "Disculpa que me meta (que interrumpa, etc.)..", "Yo es que soy más de...", "A mi me gusta ser muy sincero y..", "a mi ya me conoces..", "Yo soy así de bruto..", "Como tu amigo te voy a decir que.."... 
Son sus particulares luces de warning en el lenguaje. Cree de verdad que una vez que las ha dicho ya puede decir sus estupideces sin consecuencias. Como si le dieran derecho a ser descortés y maleducado. Sin filtro. Lo que le venga a la boca. (Cuando le oigo decir una de ellas siempre pienso: "joder, pues no lo digas")

Esta mañana Natt tropezó con la horma de su zapato. Íbamos en su coche. Él manejaba. Hablaba por el teléfono a la vez. Al doblar una curva casi atropella al guardia que estaba dirigiendo el tráfico a falta de semáforo, que estaba temporalmente estropeado. La mirada del agente uniformado fue furibunda. Le instó a detenerse echándose a un lado. Natt seguía hablando con su interlocutor por el móvil mientras lo hacía. El policía no daba crédito.

- Apague el teléfono.-le conminó.

Natt, con el motor encendido y aún desde dentro del vehículo, sacó por la ventanilla su dedo huesudo y lo levantó ante el agente sin mirarlo siquiera. En esa postura se permitió seguir con la conversación un minuto más. Cuando acabó se lo guardó parsimoniosamente y ya se dirigió a él concediéndole la gracia de su atención.

- ¿Hay algún problema agente? -preguntó inocente.
- Le dije que apagara el teléfono hace un rato.
- Es que estaba en medio de un negocio, y ya sabe..lo primero es lo primero -contestó sonriendo de la manera más natural del mundo.

..Luego el poli ha dicho las palabras mágicas.. "Ah, perdone.." .. y a continuación, tras ello ha hecho algo como justificado por haberlas dicho..

...

...En este momento conduzco el coche de Natt. Él va a mi lado. Callado. Taciturno y enfurruñado. Como si no entendiera lo que le acaba de pasar. Como si la culpa fuera de otro. No entiende como un mero actor secundario de esa película que protagoniza a la que llama su vida le pueda haber hecho eso.
No puede conducir. Ha perdido de golpe todos los puntos que le quedaban en su carnet (que ya eran pocos). Y yo para mis adentros me voy riendo. 450 carcajadas. Exactamente las mismas que pavos de multa le han puesto al muy idiota.

¡Te jodes, por gilipollas!

Y ya.

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