lunes, 19 de octubre de 2015

PRETERISMO



Cuando en el año 2050 se declaró oficialmente que ya vivíamos en el futuro la teoría del péndulo entró en marcha. De aquella manera los movimientos que cíclicamente pretendían reivindicar lo pasado volvieron a estar de moda.  En literatura y cine superada la ciencia ficción por el agotamiento del público nació el "Preterismo". Ciertamente llevaba décadas gestándose algo así y no era difícil de prever. Lo difícil de ver con antelación serían los extremos de ridículo a los que la imaginación de los autores llegarían.

Corrientes como lo vintage en la moda de los años 10 y 20, el movimiento "steampunk" y el revisionismo en historia, no hacían sino anunciar este movimiento literario que llegaría con la mitad de siglo.

Las páginas y escenas se poblaron de imaginaciones y fantasías, sinsentidos y estupideces como teléfonos a los que la batería duraba más de un día, música que no se podía llevar encima pero a cambio permitía distinguir en pistas la música discriminando los instrumentos o los graves de los agudos, materiales que duraban varias generaciones y podían pasarse de padres a hijos, software que no necesitaba de constantes actualizaciones, bombillas que iluminaban y no se gastaban, vehículos pensados para durar toda una vida, lugares en los que se almacenaban libros en papel para quien quisiera ir a leerlos e incluso llevárselos prestados y zarandajas de ese estilo.

Hubo quien llegó a imaginar un tiempo en que no había que marcar un prefijo antes de llamar al número deseado.

Y es que ya se sabe que a los escritores que tan solo tienen la imaginación como patrimonio no se les puede dejar sueltos, que luego van y recuerdan tiempos que nunca existieron, nostalgias de tecnologías que estaban al servicio del usuario y no del mercado. 

Menos mal que el gobierno mundial prohibió duramente tamaña subversión intelectual. Aquello rebelaba a los lectores. Llegaron a creer que realmente hubo un tiempo en que la gente usaba esas cosas y empezaron a cuestionarse la obsolescencia de los objetos y a pensar de verdad, como los más conspiranoicos denunciaban, que estaba programada. 

Y ya.


No hay comentarios:

Publicar un comentario