miércoles, 3 de febrero de 2016

ONE HIT WONDER



¿No te has sentido nunca como si fueras un secundario en la vida de otro? ¿Como si no merecieras ni siquiera un papel protagonista? ¿Como si los ganadores fueran los actores reales y tú solo su decorado? Como esas miles de personas que parecen existir sólo para llenar las estadísticas.. para ser los que hinchan el dato de los que se presentaron a la oposición pero fueran otros quienes las aprobaron.

¿Os habéis parado alguna vez a pensar en la cantidad de actores que participaron en grandes pelis y nunca hicieron nada más? Gentes cuyo rostro pasará a la historia en nuestra memoria pero que puede que luego tuvieran vidas ordinarias. Personas cotidianas que un día hicieron algo y dejaron su huella.

Y no me refiero a las grandes estrellas como Mark Hamill, Olivia Newton John o Carrie Fisher que a pesar de ser por un solo papel se convirtieron para siempre en iconos. Hablo más bien de la infantería, de los secundarios de fondo. Del actor que hacía de amigo de Suco (Travolta) en Grease. De Kenickie. O de los demás de la pandilla. Chicos y chicas. De tantos y tantos.. los siete hermanos y las siete novias de la peli, los poetas muertos, los bailarines de la coreografía...¿Que sería luego de sus vidas? Hicieron algo genial. Pasaron en imágenes a la historia. ¿Y luego?

Fueron tantas las horas de entrenamiento, de danza, de espejo, de sacrificios,.. ¿valieron la pena?

Pasa igual con los escritores de un solo libro, los grupos de un solo éxito.. ¿Merece la pena esa fama efímera? ¿Poder decir "Yo hice Grease"? Soy ese. Allí me podéis ver. Para siempre.

Creo que si. Venga lo que venga luego. El olvido relegado, la ordinariez de lo cotidiano, la mediocridad.. Mirar atrás y verse jóvenes. Preguntarse si aprovecharon el tiempo. Si con sólo eso se cumplieron sus sueños. 

Pero estuvieron allí. Contribuyeron con su verso. Vivieron con intensidad ese momento que para los demás es importante en sus historias personales, pasaron a ser comunes y compartidos. Debe merecer la pena a pesar de las frustraciones.

Y es igual ¿Sabes por qué? Porque somos egoístas y a nosotros nos dará igual su frustración. Para nosotros serán eternos. Aunque sea solo por aquel papel, por aquella interpretación, por aquel libro, por aquella canción.




















No hay comentarios:

Publicar un comentario