A Rafi le gustaban las tías. De aquello no había ninguna duda. Él desde luego no las tenía.
Sin embargo imbuido del espíritu de la gestión de calidad de los noventa, aplicó las teorías de la excelencia, la eficacia laboral y la rentabilidad en la relación esfuerzo-resultado a su vida personal tal como le habían enseñado a hacerlo en su puesto en la empresa, y se mandó hacer un serio estudio de mercado de sí mismo.
La consultora a la que se lo encargó concluyó, entre otros extremos, que le salía más a cuenta hacerse gay que mantener su tradicional opción heterosexual. Las razones que le dio para ello estaban fundamentadas sociológica y económicamente en los posibles beneficios a medio y largo plazo que tal elección tendría para su vida. Su sector de ventas empezaba a estar copado por este colectivo como demostraban las estadísticas. Los datos arrojaban la conclusión de que "..el homosexual es un espectro social amplio que demanda cada vez más servicios de los que en la empresa se producen. Por otra parte los estudios demuestran que se trata de una franja económicamente cada vez más potente y con mayor poder de compra y de decisión de gasto. Su poder adquisitivo como colectivo ha hecho que algunas primeras marcas se planteen la producción específica para este target. En materia de ventas ha quedado por ultimo contrastado que se trata de personas que tienden a generar lazos de mayor confianza y fidelización comercial con otros gays y que las mujeres, otro sector en alza, también les otorgan mayor número de ventas en el sector."
.. Y como el estudio de mercado le había salido por un pico se dijo que ya que había llegado hasta allí, lo normal era aplicar las propuestas que se le hacían. Por ello se hizo marica. Así, de la noche a la mañana. De un plumazo (nunca mejor dicho).
No sabiendo por donde empezar consultó a un compañero de oficina que sí lo era. O eso creía hasta entonces pues cuando se lo insinuó le calzó una hostia al grito de "bujarra lo será tu puta madre", que le hizo dudar, aunque lo atribuyó a, una de dos; una larvada represión de su opción sexual que no se quería reconocer a si mismo y estaba latente,... o a que él no tenía ni puta idea de reconocer a un gay.
Creyendo que el primer paso debía ser amanerar sus gestos empezó a exagerar su pluma. Aquello hizo que el psicólogo con el que seguía terapia tras su segundo divorcio se sorprendiera un poco ante tan drástico cambio.
- Que está bien que explores tu sexualidad Rafi, pero yo creo que tú no eres gay. - Le dijo en una de las sesiones- ...que igual es que yo no lo había notado hasta ahora y lo tenías ahí reprimido, y estabas deseando salir del armario. Pero es que yo juraría que tu no eres homosexual. Y además este intento de hacerte pasar por gay exagerando la pluma como si fueras una locaza es un poco patético. Ese es un estereotipo que no se corresponde a la realidad en muchos casos. Ni en un sentido ni en otro.
- Ya doctor. Pero es que me he hecho. - trató de convencerle Rafi-
- Pero es que uno no se hace gay. Lo es o no lo es.
- Pues yo tengo que serlo para realizarme como persona y para llegar a algo profesionalmente.
Lo cierto es que desde que se hizo sus números se dispararon dándole la razón. Su éxito social aumentó parejo al grado de aceptación en todas las redes en las que participaba: la empresa, la comunidad de vecinos, el grupo del club... Hasta en la compra del supermercado se notaron los cambios que aquello producía.
Recibió varias tiradas de ficha por parte de amigos de los que nunca había supuesto tal inclinación e incluso una felicitación por su coraje y valentía de uno de ellos que manifestó envidiarle. A los dos meses, el susodicho, inspirado al parecer por Rafi dejó a su mujer y sus tres hijas para irse a vivir a Ibiza con un mulato de veintidos como siempre había sido su deseo, tal como luego manifestó.
Pero lo más incomprensible para Rafi fueron los sucesivos acercamientos de sus dos ex esposas, que desde su salida del armario volvieron a aparecer en su vida de manera frecuente. Su recuperada amabilidad y confianza le confundían. Una de ellas llegó a decirle incluso que siempre lo había sabido, lo cual hirió un poquito el orgullo de Rafi.
A la vista de los beneficios que tal cambio le había supuesto a todos los niveles Rafi terminó renunciando a cualquier expresión de heterosexualidad muy a pesar suyo y empezó a tontear con otros hombres para cerrar el círculo de la perfección de su personaje.
El pasado día 17 en el salón de plenos del Ayuntamiento de Banemejí contrajeron matrimonio Don Carlos Sotohermoso Abadía (Notario) y Don Rafael Núñez Regalado (Agente comercial).
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