En el reciente congreso de psicología celebrado en Nüremberg durante el mes de Agosto de 2014 los responsables del departamento de nuevas patologías de la clínica Mayo han presentado los resultados de su estudio sobre una nueva enfermedad a la que han denominado "Psicopatía de mundo virtual" consistente en la confusión existente para el paciente entre el mundo real y las pautas de actuación y comportamiento propias de la actuación en internet y en el uso de herramientas informáticas.
Estos pacientes son fácilmente reconocibles porque van por la vida "dando a me gusta" a los demás en sus inter relaciones físicas y sociales. También porque usan para sus comunicaciones siempre menos de 144 caracteres, "eliminan" a amigos, hablan con faltas de ortografía esperando que el corrector les llame la atención sobre ellas antes de dar definitivamente a "enviar", etc.
Las materializaciones de esta nueva patología observadas en los pacientes que la sufren consisten en pensar que pueden aplicar a la realidad protocolos y acciones asociadas al mundo virtual. De esta manera el enfermo cree por ejemplo poder dar a "borrar" en caso de equivocarse en sus decisiones vitales, volviendo inmediatamente atrás, retrotrayéndose al punto anterior a su error.
También se han documentado casos en que los pacientes creían poder aplicar algún tipo de photoshop sobre la imagen que proyectaban de si mismos al exterior, o copiar ideas de otros haciéndolas suyas sin filtro mediante lo que creían estar meramente "compartiendo", etc.
A menudo este tipo de pautas ha llevado a casos en que llevados por la típica "urgencia" que se usa en las redes para responder, comunicar, etc. se ha perdido el control sobre lo que se hacía o decía en la creencia de que en caso extremo se podía "eliminar" el comentario o resultado obtenido de lo hecho sin más consecuencias.
Varios de estos pacientes estudiados han sido descubiertos tratando de "descargarse programas y apps" a su cerebro sin que se dieran cuenta de la desconexión con la realidad que ellos suponía. Trataban por ejemplo de hacer traducciones de otros idiomas, hacer fotografías situacionales sin el más mínimo talento para luego "retocarlas" en su mente configurándose así unas relaciones interpersonales a su medida, aplicaban criterios de búsqueda para ligar en bares y discotecas como si fueran redes sociales, sustituyendo el sexo real por el virtual como forma ordinaria de mantenerlo creyendo que solo había esa modalidad olvidando lo gratificante que es la otra, etc..
La última de esta parafilias ha sido la moda de "hacerse selfies" de sentimientos en los que los enfermos se recrean en su propia realidad personal con primeros planos de su última emoción íntima proyectándola de manera obsesiva a quien la quiera conocer (verbi gratia esta ida de pinza)
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