- ¿Como dijiste que te llamabas?
- Carlos
- ¿Vienes mucho por aquí?
- ¿Por este bar? Si. A menudo.
- Oye dame tu teléfono que te invito a un grupo de whatsapp que tenemos unos colegas y yo para mandarnos chorradas.
- No gracias.
- Bueno ¿que pasa?¿es que no somos amigos?
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Sé que con lo que estoy a punto de escribir me voy a ganar otro punto más en mi fama de asocial, pero es que ya no puedo más.
Por favor ¿Me puede decir alguien quién dijo que todos teníamos que ser amigos de todos? (Debió ser el mismo idiota que dijo lo de que todas las opiniones son respetables).
Que no estoy diciendo que no haya que ser educado y considerado con todas las personas (y hasta eso habría que discutirlo, pero como base para la relación social me vale). No, no. Es que ahora tenemos que ser amigos ¿Pero por qué?
Como argumento educativo para los niños vale, pero en el mundo adulto no hay razón alguna. Hay que ser civilizados unos con otros, buenos compañeros de viaje, conciudadanos, convivir en armonía, mantener buenas relaciones de vecindad, amabilidad.. pero ¿amigos? ¿Es que hemos dejado de usar el término "conocidos" por algún motivo que se me escapa?
La amistad se ha banalizado y la amistad hay que ganársela. Ambos. Con experiencias comunes, alegrías y tristezas compartidas, retos, dificultades, recuerdos, ligues, noches, días..Y luego mantenerla. Que no es poco. La amistad es algo suficientemente importante como para no regalarla. Ser amigos es como decir "Te quiero". No debe decirse a cualquiera. No por pertenecer a una red social (real o virtual) común se es ya amigos. No por compartir algo (afición, afinidad política, futbolística, colegio de la infancia, bloque, etc..) se ha dado el paso a serlo.
Pues no. Ahora resulta que si en el trabajo quedan para tomar unas cervezas a la salida un día y uno no va es que no quiere ser amigo suyo y se molestan. ¡Claro! Es que no lo es. ¿Se os ha olvidado? Es vuestro compañero de trabajo, no vuestro amigo. Que puede ir. Es lo educado. Pero si no va no pasa nada. Sus motivos tendrá.
O si un grupo de absolutos desconocidos, por ejemplo, los padres de otros niños del equipo de tu hijo, organizan una cena y te disculpas por no ir (por que no puedes, porque no quieres, porque tienes otras cosas que hacer, por impresionar a las extranjeras, por lo que sea,.. eso es lo de menos) es que te crees especial, superior o algo y no quieres mezclarte ni quieres ser su amigo. O si no vas al día de la tortilla campestre, o si no te integras en una de sus conversaciones sobre un tema que no te interesa. Y se molestan y se ofenden. Y eres blanco de sus críticas. Y ocupas sus conversaciones.. Como si fuera obligatorio ser amigos y si no te avienes eres tú el que traicionas el pacto social tácitamente aceptado.
O si no das el teléfono o el mail para una cadena o un grupo de whatsapp. O si has dejado creer con tu cortesía al mantener una conversación intrascendente que hay algo entre vosotros y ahora te mira extrañado porque no aceptas una invitación a cenar varias parejas a su casa, o no le dejas tu hijo a un extraño para que le lleve él a otra ciudad un día entero a una actividad a la que va también el suyo.
¡Pues claro que no somos amigos! Ni falta que hace. Si quiero ser amigo tuyo aceptaré tu invitación pero si no lo hago no soy un bicho raro ni actúo fuera de las normas de la educación. Hay gentes más abiertas que otras, mas interesadas en cultivar nuevas amistades, en conocer nuevas personas,..pero quienes no son así de extrovertidos no hacen nada malo mientras no sean descorteses o maleducados, huraños o desagradables.. Que ese era el límite social, no el de ser amigos.
Ahora resulta que no voy a poder elegir a mis amigos sin que alguien se ofenda, que voy a tener que actuar como si lo fueran todos los desconocidos hasta hace un momento con los que me une el más mínimo y tenue hilo de algo común.
Pero ¿desde cuando usted y yo somos amigos? ¿qué cosas vivimos juntos? ¿Qué fuimos el uno para el otro? ¿Qué compartimos? ¿Que secretos nos guardamos mutuamente?
Y ya.
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