COSAS QUE ERAN ASÍ Y NO PODÍAN SER DE OTRA MANERA
Antes había cosas que eran así y no se concebía que pudieran ser de otra manera. Eran cosas que eran si o si. No se discutían.
No hace tanto que se amedrentaba a los fieles con la condenación eterna si se cometían determinados pecados. Eso era una verdad absoluta, dogma de fe, incuestionable.. punto. Millones de personas durante miles de años lo creyeron a pies juntillas sin posibilidad de debate o de pensar por si mismos. Gentes murieron pidiendo confesión para liberarse de esa carga antes de irse. Durante buena parte de esa historia la herejía, que eso y no otra cosa era discutir estos dogmas, estaba penada con la muerte. Todo ese tiempo esa anulación del sentido crítico fue la norma. Durante cientos de años hasta hace muy poco muchas personas vivieron sus vidas bajo esa amenaza. Con esa espada de Damocles sobre sus cabezas tomaron sus decisiones vitales. Las que les afectaban a ellos y a sus hijos.
Sin embargo hoy todos los días muchos llevan a cabo prácticas en su vida privada que dejan en pañales los juegos que hicieron que ardieran Sodoma y Gomorra. El disfrute hedónico de la vida sin dañar a otro es religión y regla. Por fin. Es genial. Basta abrir internet para comprobarlo..
..Y no pasa nada. No se abren los cielos para que llueva fuego ni los cielos para que asciendan los demonios a buscarnos. No nos convertimos en estatuas de sal si lo miramos ni ardemos en los infiernos si jugamos a esos juegos. Las amenazas ancestrales no se cumplen. Somos libres. Tras unas últimas generaciones dudosas que tanteaban nos hemos dado cuenta del milenario engaño cuya única razón de ser siempre fue mantener tensa la cuerda del control mediante el miedo. Lo inamovible, lo indiscutible, lo dogmático,.. era falso.
Muchas normas absolutas han cambiado. Cambiaron el servicio militar, el concepto de matrimonio, la imposibilidad de suspender a un partido político, la desigualdad jurídica entre hombres y mujeres... Elogio al relativismo. Obsolescencia conceptual.
¿Qué pasó con los protectores de pantalla aquellos tan kitsch que había hace años?¿Y con los pedales esos que se ponían en los pies en las oficinas? ¿No eran tan imprescindibles por Prevención de Riesgos Laborales? Eran obligatorios ¿Ya no?
¿Y la crema de veneno de serpiente que iba a revolucionar el mercado de la cosmética internacional?
¿Acaso ya no os acordáis de cuando el reto era cortar el jamón en las lonchas más finas? Había una medida de la que era imposible pasar. Era objetivo. IM-PO-SI-BLE.
Hoy nos las venden tan delgadas que es imposible distinguirlas de las películas transparentes que las separan. Otro dogma superado. ¿Ves?
Y hablando de medidas. Nada más objetivo y absoluto que las medidas de las cosas. Están pensadas para no cambiar nunca y servir igual en cualquier parte del cosmos: el año luz, el metro,.. Pues no. resulta que tampoco lo eran. El tiempo por ejemplo. Ya no se mide en horas, minutos y segundos. Hay nuevas reglas. Lo micro nos invade. lo nano es la moda. Ahora las unidades temporales de medida deben registrar espacios que no exceden de la milésima de segundo.
Como el micrononio que es una medida tan infinitesimal que para entenderla ha habido que buscar ejemplos comprensibles para el ser humano y así el museo internacional de pesas y medidas de Paris lo describió ya hace años como "el espacio de tiempo que corre desde que se pone el semáforo en rojo y te pita el de atrás" (Boiticher) o "la partícula de tiempo que una tía que quiere tema te sostiene de más la mirada en el bar el sábado por la noche. -Yatusá-." (Pitbull)
Nada es lo que era. No hay nada seguro, inamovible e inmutable. No hay a qué aferrarse.
Y es que ya van quedando pocas cosas que eran así y no podían ser de otra manera.
Y ya, vamos cerrando esta ida de pinza que eso si que era la condenación eterna, y no lo otro.
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