martes, 24 de octubre de 2023

LA BALADA DE LUISIN

 

Por la noche la estación de tren de aquella gran ciudad cerraba. Quién lo iba a suponer. Pues por lo que se ve lo sabía todo el mundo menos yo, provinciano de mi, que imaginaba que una estación no cerraría nunca igual que no lo hacía la ciudad. O que en último caso siempre habría una cafetería de esas en las que solo estáis el camarero y tú y donde se esconde de la policía la crema y nata y se refugia quien no tiene donde dormir cuando hace frio. Pero no, esta estación cerraba de noche. Y estaba, como toda estación de gran ciudad que se precie, lejos del centro. No solo eso, estaba lejos de cualquier cosa. Ni taxis había. Ni un miserable garito cerca. Nada.

El provinciano llegó de noche. Acababa de aterrizar a aquella ciudad y se dirigió a la estación desde el aeropuerto. Esperaba, hasta que saliera su tren a primera hora de la mañana, poder hacer tiempo en la cafetería que había siempre en todos esos sitios y que suponía abierta. O en uno de sus bancos al menos. Pero no. Por la noche la estación de tren de aquella gran ciudad cerraba. 

Todavía se estaba alejando calle abajo en la soledad de la noche el taxi que le había traído cuando se le vino un pensamiento a la cabeza al encontrarse la puerta cerrada y al guardia de seguridad dentro: `menudo hijolagranputa el puto taxista´, que seguro lo sabía y aún así le había recogido en el aeropuerto y llevado hasta la mismísima puerta cerrada de la estación sin comentarle ese pequeño detalle. 

Fatalista miró el cartel de la puerta que indicaba que permanecería cerrada hasta las 4:30 y luego su reloj. La 1 de la mañana. ¿Qué iba a hacer durante tres horas y media en medio de la calle ante una estación de tren enorme y cerrada, y a tomar por el culo del mundo? Le pasó por la cabeza volver a llamar a otro taxi y bajar al centro a hacer tiempo pero los bultos le iban a estar molestando todo el rato así que decidió hacer de tripas corazón y prepararse para ver pasar las horas en plan homeless sentado en la acera hasta que abrieran.

Al rato se dio cuenta de que no era el único. Una familia de sudamericanos, padre madre y dos niñas, estaba en las mismas. Habían tenido el mismo error de cálculo y la misma presunción. Lo suyo era peor. Estaban las niñas. A pesar de la complicidad dada la coincidencia no estaba la noche para confianzas. El recelo reflejado en la cara de la mujer al mirar al provinciano le dijo que ella al menos no se fiaba de ese tipo sentado en el suelo de la entrada de la estación solo en la madrugada de la gran ciudad. No llegaron a cruzar palabra que pudiera desmentir esa sensación. La indefensión de la situación justificaba la precaución y más en un país extraño pensó el provinciano.

Fue entonces cuando se le acercó Luisín. Evidentemente todavía no sabía que se llamaba así, pero no tardaría mucho en hacerlo pues el individuo se presentó educadamente. Era a las claras alguien que vivía en la calle por su forma de vestir y el gran bulto que acarreaba sobre ruedas con sus cosas. Tenía un cierto retraso mental. Rondaría los 35 y hablaba en frases apenas comprensibles por su falta de contexto. No parecía no obstante peligroso sino antes respetuoso. Estaba aseado e intentaba simplemente acercarse a hablar con quien fuera para aminorar su soledad, todo lo cual no reducía la prevención del provinciano.

Estaba claro que su agarradero, su elemento al que aferrarse, era aquello en lo que Luisín se sentía seguro y dominaba. De la "conversación" a retazos se deducía que el que se sentía más extraño en aquella situación era el provinciano y no Luisín. Resultaba sencillo entender que para él aquella noche no era la única que dormía en la calle a la puerta de la estación. Se movía con soltura en aquella realidad confusa para cualquier otro. De sus gestos se colegía cierta confianza y relativa seguridad en sí mismo en aquella situación aunque solo fuera por comparación con nosotros. A diferencia de los demás que estábamos por allí se alejaba lo suficiente de sus bultos para saber que no temía que nadie se los robara. Conocía las reglas, los horarios y las dimensiones de la noche a la puerta de aquella estación cerrada hasta las 4:30. Adoptó el papel de guía para los que no nos sentíamos cómodos en ese sitio y momento intentando que nos sintiéramos menos tensos. Sin embargo nada podía evitar la inquietud de la situación en medio de la soledad de la madrugada en una ciudad extraña. Ni Luisín con sus maneras sueltas. En realidad el mismo hecho de que hubiera quien se manejara en ella con soltura era en sí mismo inquietante. 

Pronto empecé a pensar en Luisín. Lo miraba ir despacio de aquí para allá por la oscuridad solitaria de la fachada de la estación iluminada desde fuera por las luces insuficientes de la ciudad desierta. Iba murmurando para su adentros organizando en su cabeza las cosas que pasan en la noche como quien repasa una lista mentalmente o coloca un armario ficticio. ¿Cómo acababa alguien con su discapacidad pasando sus noches solo en una estación de una gran ciudad desde hacía tanto tiempo como para sentirse cómodo en aquel mundo?¿Quien lo había abandonado así?¿Qué padres descargaban su cansancio por cuidarle hasta el punto de dejarle vivir de ese modo su día a día creyendo que estaría seguro y era lo mejor para él?¿Qué institución había decidido que con la mayoría de edad Luisín ya no podía seguir siendo cosa suya y le había soltado a la ciudad para que durmiera cada noche en la estación desde hacía años?¿De qué tipo de familia desestructurada provenía?¿Qué cosas había visto?

Más tarde un vagabundo que hasta ese momento no se había movido y había pasado desapercibido, emergió de unas cajas y le gritó un par de frases inconexas amenazantes a Luisín desde las brumas del sueño, del alcohol o de la enfermedad mental. Luisín retrocedió sin herramientas ni habilidades con las que hacerle frente, a medias entre atemorizado y acostumbrado a los desplantes de superioridad de quien no tiene con quien vengarse de la vida y usa para ello a los que cree sus inferiores. No hubo más. Y Luisín volvió pronto a adoptar su rol de cicerone de la noche extraña para mi.

Pasaron así las horas lentas, sucias, grises, como el suelo de la acera en la que las había pasado sentado. A las cuatro y media en punto se abrieron las puertas de la estación dejando entrar al curioso grupo que formábamos los vagabundos, la familia y yo. Pronto empezó a llegar la gente que iba a tomar sus trenes hacia sus trabajos o desembarcaba de los vagones extendiéndose por la sala de espera volviendo a dar vida a la sala vacía hasta entonces. Luisín, tras poner a cargar su móvil en el enchufe de una columna con gesto acostumbrado de quien lo hace a diario, se arrogó la función de repartir los bancos libres entre los que habíamos estado esperando. Me resultó curioso su educado criterio para asegurarse de que las niñas estuvieran cómodas y nadie las molestara sentándose él mismo alejado conscientemente del grupo, sabedor de que generaba desconfianza en la madre.

Me despedí con una palabra y un gesto de Luisín cuando se abrió la entrada para mi tren y pasé a otra zona de la sala de espera. Desde allí seguí viéndole a lo lejos manejarse con soltura dirigiendo el especial tráfico de personas que se movían a aquella hora por la estación. Luego llamaron a mi tren y no miré atrás.

Desde ese día pienso a menudo en Luisín, durmiendo cada día sin alejarse demasiado de su maleta enorme a la entrada de la estación de Chamartín de Madrid esperando que abran las puertas cada madrugada a las 4:30 para poder enchufar su móvil y cargar su batería. Tratando de crear una atmósfera de comodidad y confianza en quien no sabía que la estación estaría cerrada y ha de quedarse allí tirado en plena calle hasta que amanece. Sin conseguirlo. Condenado a infundir un miedo que no pretende. 

Era verano ese día. Hoy ya hace frío en la calle.

Y ya.


EL FACTOR PIONERO

 

A menudo establecemos instintivamente comparaciones y hacemos listas en las que priorizamos unos elementos sobre otros (Los que tenéis mi mismo TOC sabéis de qué os hablo pero que no os engañen haciéndoos sentir mal; todo el mundo lo hace en alguna medida). Los criterios para esas ordenaciones suelen estar claros y ser comprensibles para todos. En lo que divergimos es en su aplicación. Así por ejemplo cada uno tenemos nuestras propias listas y órdenes en películas y libros favoritos.

Detecto en estas priorizaciones un defecto frecuente que me parece especialmente grave. Es la aplicación del adanismo que hace absolutos los elementos a comparar entre si para ordenarlos desde el interlocutor como si todo partiera de él mismo o de su momento histórico. Al igualarlos en su calidad inicial aplicando la errónea idea de verlos todos desde nuestro momento temporal eliminamos de la ecuación un aspecto que deberíamos tener mucho más en cuenta. Yo lo llamo el "plus pionero" o "factor de innovación" y aplico la sencilla regla de que todo aquel elemento que lo tenga tiene ya en cualquier comparación una puntuación positiva añadida por esta causa. De este modo si dos elementos, a comparar para ordenarlos con algún criterio relacionado con su calidad, resultaran empatados por sí mismos, el que tuviera este factor tendría mayor puntuación que el otro por el hecho de tener este factor. Tendría un plus. Y así mismo si uno de los elementos de la comparación queda por debajo del otro pero cuenta con este factor eso por si mismo lo permite empatar con el otro. Con este concepto pretendo expresar la idea del valor añadido que le debemos aportar a nuestra valoración de un elemento por el hecho de ser la primera vez que se hizo algo. De esta manera a una película que nos pareciera buena añadiendo este factor le consideraríamos excelente al añadirle el elemento de su novedad.

Comparar "La Diligencia" de John Ford y "Sin Perdón" de Eastwood como pilares del Western poniéndolos al mismo nivel en cuanto a calidad cinematográfica es posible en términos absolutos si simplemente le preguntamos a alguien tras verlas qué le parecen y cuál es mejor o le ha gustado más, pero es un error no tener en cuenta al hacer esa comparación que una bebe de la otra y que "La Diligencia" reinventó un género poniendo  los cimientos del Western moderno. El factor de innovación, el hecho de recordar que cuando se filmó "Sin perdón" ya estaba inventado el Western moderno y sin embargo Ford estaba inventando algo que hasta él no existía, ha de sumar en la comparación y ser un plus; el plus pionero.

Cuando Tolkien creaba la tierra media no había nada antes igual. El esfuerzo imaginativo de innovar creando algo donde no lo había ha de ser tenido en cuenta en toda comparación entre cuyos elementos se incluya al primigenio. 

Noto que no es así y que la originalidad cada vez se valora menos. Parece que toda obra anterior a quien hace el ejercicio de comparar es de alguna manera equivalente a las demás por ser antiguas sin tener en cuenta que una fue la primera. Brahm Stoker se inventó el mito de Drácula y por ello juega en otra liga en cualquier comparación entre novelas de vampiros. 

A veces ese factor se difumina y no está claro, pues a menudo las creaciones artísticas y literarias no son novedosas por si mismas en términos absolutos sino resultado de la destilación de otras en ella finalmente. ¿Cuál es el original en ese caso? ¿Sherlock Holmes o el Dupín de Poe? En el fondo da igual. A lo que me refiero es que cualquiera de ellos cuenta con un plus en la comparación con los demás detectives de la ficción por ser el principio del género. No hay ninguna duda a mi entender en que "Blade-Runner 2049" es una película  de grandísimo nivel cercana a la maestría, pero lo que sitúa a su predecesora sin duda como "Obra Maestra" indiscutible es haberse inventado ese universo, ese género cinematográfico, ese personaje. Es tener el "Plus pionero".

Tú puedes ver ahora "Metrópolis" o "El acorazado Potemkin" y la experiencia puede hacerse árida porque estás acostumbrado al color y al sonido, a un cierto ritmo narrativo, una estructura y forma de contar las cosas, pero seguro que la empiezas a ver de otra manera si te das cuenta de que ese ritmo ya está ahí, que la forma en la que ahora se ruedan y se eligen unos planos en lugar de otros, se corta y se monta, viene de esas películas. Si te paras a pensar que Tarantino hace lo que ellos antes porque en esos aspectos no crea nada nuevo, pero es que Eisenstein y Fritz Lang tuvieron que inventarse aquello de la nada pues nadie lo había hecho antes. Y entonces tu admiración crece y tu valoración de lo que estás viendo aumenta.

En una película el espectador a menudo no tiene en cuenta ese valor añadido que supone a la calidad de la peli el hecho de ser precursora en algo e incluso le parece vieja comparada con los posteriores que desarrollaron ese "algo" luego, sin tener en cuenta que en aquella peli ese "algo" fue revolucionario y se probó por primera vez... Otras pelis también son buenas PERO "ESA PELI" FUE LA PRIMERA y hay que valorar eso. Las pelis de Kubrick por ejemplo tienen ese "algo" que hay que valorar como un plus añadido a la valoración general. A veces es un truco narrativo lo que se usa por primera vez, a veces es una innovación técnica, una forma de usar la cámara.. Son esas cosas las que hacen avanzar el cine. Cosas que hasta que se vieron en "esa peli" no se habían visto y que ahora a nosotros no nos sorprenden, pero que al espectador del momento le debieron parecer muy novedosas. Es el "valor innovador", el "punto por pionero", el "Extra por ser el primero que lo intentó"..

Y ya

Nota: Para mayor abundamiento en esta singular tesis pincha aquí


miércoles, 16 de agosto de 2023

LO QUE LUEGO NOS ESPERABA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma

Entre las dos clases sumábamos 90. A razón de 45 por clase. Era la ratio para aquellos años 80. De Alonso y Ares a Uña. Nos llamábamos por el apellido y nos trataban de usted. Todo chicos en mi colegio. Hasta COU donde llegaban por primera vez las chicas. Pero en 1984, en aquel octavo de EGB, las chicas solo eran algo lejano que estaba al otro lado de la calle. Las jesuitinas de enfrente o las carmelitas de un poco más allá en la plaza.

Teníamos 14 años y nos creíamos inmortales y destinados a comernos el mundo, como todos los chavales a esa edad. Ignorantes e ingenuos luego el mundo nos comería. Como a todos los adultos a esa edad.

Allí estaban Rivas y Seco, y Javi y Marino que llegaron luego, y Pilar que vino en COU, y Oscar, y el otro Oscar, Ignacio, Daniel, Víctor, Medina, Isidoro, Tamayo y Matesanz que decía que era nazi. Hace de todo aquello 40 años. Todos pensábamos que la vida luego nos sonreiría, o directamente no pensábamos en nada. Ya llegaría lo que tuviera que llegar. Que seguro era bueno. Mientras, nos divertíamos, estudiábamos y jugábamos.

Tomás sacaba malas notas en Inglés. Javi era el más prometedor de nosotros. Una máquina de sacar sobresalientes. Una memoria prodigiosa. Iñaki y Seco eran malos estudiantes. Víctor y Rivas fueron las eternas víctimas de los abusones entre los que estuve a veces. Dani y Oscar a la chita callando y de manera discreta iban haciendo un expediente notable en su bachillerato. Pilar en COU nunca dijo que quisiera ser médico, se limitaba a estar divertidamente loca y ser la mejor amiga que haya tenido nunca. Daniel sí lo dijo en alguna ocasión. Marino quería ser militar profesional. Oscar tenía el sentido del humor más inteligente que haya disfrutado jamás. Lo normal con 14 años en una muestra cualquiera de casi 100 chavales de los 80.

Seco murió en un accidente laboral cayendo de un tejado con menos de 40 años, Rivas se tiró al tren, a Pilar un día como hoy en el que escribo esto la mató un hijo de la gran puta sádico del que terminó casi dependiendo, Marino con 18 fue padre, Javi entró en una depresión que le impidió acabar la carrera, Dani logró convertirse en médico pero murió antes de tiempo en un accidente de coche, Tomás se hizo profesor de Inglés, Iñaki tiene un programa de radio en la cadena SER. Muchos llevaron, llevamos, lo que podríamos llamar una vida normal. Unos cuantos tuvieron lo que se entiende como éxito profesional en sus campos. De la mayor parte no volví nunca a saber nada. Hay quien sería feliz, quien sería desgraciado, quien saldría del armario, quien encontraría el amor, quien fue padre, quien se arriesgó y ganó, y quien perdió, quien sería honesto, quien sería malvado, quien pasaría sin pena ni gloria y quien dejaría huella, quien viviría sus días de manera anodina o los viviría de manera extraordinaria. No hay ninguno que no se arrepintiera de algo.

Entre las dos clases sumábamos 90. A razón de 45 por clase. Lo normal en aquella época.

Y ya


jueves, 6 de julio de 2023

ELOGIO, APOLOGIA Y REIVINDICACIÓN DE LA NORMALIDAD

 

En tiempos de Bigdata, IA y blockchain hablar en sociología de minorías y mayorías, de frecuencia, de norma, de moda en los comportamientos colectivos y de aceptación de reglas, respeto mutuo entre corrientes y tendencias, grupos, formas de ser, ideas, etc... es más relevante que nunca.

Es un hecho fehaciente en el que creo con fe ciega y una idea que comparto el de que la diversidad es enriquecedora y hace mejores a las sociedades, a los grupos sociales y a sus componentes. No hay sobre ello duda alguna. Yo al menos no la tengo. La homogeneidad excesiva en pensamientos, opiniones, creencias, actitudes, formas de ver la vida, de ser, etc. empobrece y la existencia de una línea única de visión de la realidad aboca al dogmatismo y al fanatismo. El pensamiento único es al final censor e inquisitorial y cierra el paso a la libertad de pensamiento y expresión, fundamentos de nuestro sistema. El respeto a la diversidad y su promoción (que no la tolerancia, que es un término esencialmente paternalista en mi opinión) es base de la convivencia. A día de hoy nadie duda de que cada persona es diferente y ha dejado de ser un horizonte deseable el de que esas diferencias se borren a favor de etiquetas y clichés uniformadores. Con los debidos límites del respeto al otro y a la ley, los derechos humanos, etc. toda particularidad que caracteriza a cada individuo es maravillosa y digna de ser, merece su existencia y protección, y el respeto debido. 

Sin embargo creo igualmente que sacralizar la diferencia elevándola a términos absolutos que eliminan la idea de norma en favor de la admiración por la excepción y otorgarla un mayor derecho a protección es un error. Esto se eleva por encima de la idea del respeto a la diferencia, y la convierte a su vez en una cuestión dogmática e indiscutible, con lo que se produce la paradoja de no respetar la misma diversidad en que consiste conceptualmente. Y hablo de la idea de norma en su sentido estadístico, no en su acepción legislativa o convencional. Me refiero a la norma como el comportamiento más frecuente, repetido, asumido socialmente y común. El "esperable".

La norma (lo esperable en términos generales) ha constituido un mecanismo social defensivo (y una herramienta de ahorro y eficacia) desde el origen de los tiempos para la humanidad. Pensar que hay que eliminar toda norma para que la norma sea la excepción de la diversidad y que las mayorías dejen de existir diluida en un océano de minorías es un error. 

El respeto lógico debido a las minorías estadísticas es una regla básica de la democracia, pero convertir este respeto en la regla que de manera absoluta condicione la vida de las mayorías atenta contra el sentido común. Es la excepcionalidad, la incidencia, la rareza en expresión estadística, la minoría la que debe adaptarse a la norma, no al revés. Ello no implica falta de respeto y menos anulación, solo se trata de evitar el sinsentido de hacer creer que la excepción es más importante y merecedora de respeto que la regla general y que es la mayoría la que debe adaptar su existencia a las exigencias de la minoría.

La clave es la palabra “esperable”. Lo que sabemos que el otro en sociedad “puede esperar” de nosotros por ser lo "habitual" en el comportamiento social. 
Hay un espacio para lo "esperable" en la actitud del otro, que aunque es flexible marca los límites sociales. La cuestión no es que todos debamos actuar siempre igual sino que todos hemos de saber que la regla (lo esperable) es lo que más respeto merece y la excepción se debe amoldar (que no ser eliminada ni auto anularse) a ello, y no al contrario. Es esta una cuestión de economía de medios y de eficacia en la convivencia democrática. El respeto a las minorías desde el acatamiento a la voluntad y esencia de las mayorías.

Y en ello es independiente que me guste más o menos, prefiriera yo o no que fuera así. En ello es indiferente si me apetece o no cumplir unos mínimos, o si estarían fuera de esos mínimos si por mi fuera. Eso es igual. El asocial y el antidemocrático es quien actúa contraviniendolos a sabiendas de que los demás esperan de él una forma de hacer o esperan que el respeto a su minoría, a su estadística, a su particularidad frente a la regla, haya de sacralizarse hasta el punto de sacrificar a la mayoría por ellos. 

Son en este sentido de gran importancia las palabras “Otro” y “habitual” pues me refiero al decir “Otro” a la inmensa mayoría y al decir “Habitual” a lo que se hace en la mayor parte de los casos y con mayor frecuencia, no me meto en berenjenales de lo “normal” o lo “correcto” que conllevan posicionamientos éticos y juicios morales.

También en este contexto conceptual es relevante el concepto de "minoría" pues me refiero a aquellas que son realmente despreciables desde el punto de vista estadístico y no a los 40-60, 30-70, etc. E incluso saco del planteamiento aunque sea ese el caso a algunas de esas minorías en las que el acuerdo socialmente aceptado es (y no debe ser de otra manera) tratarlas como si no lo fueran (discapacidades, enfermedades raras, colectivos desfavorecidos, etc.)

Es así mismo importante la cuestión de la empatía y el esfuerzo de adaptación. 

Las particularidades de cada uno son muy respetables, a veces dan personalidad a cada cual sus “cosas” y son incluso simpáticas. Pero es el que las tiene el que ha de adaptarse a los demás y no al contrario, que hemos terminado confundiendo el respeto a las minorías y la atención a la diversidad con la idea de que hay que asumir las extravagancias por extrañas y residuales (en su acepción estadística, no como valoración) que sean. Es la minoría la que debe adaptarse a la mayoría, y no al contrario. No hablo de que tengamos que ser homogéneos. Hablo de que si la mayoría debe (lo creo sinceramente) respetar a la minoría con más razón esta debe respetar a aquella. Es una cuestión objetiva, mensurable.. simplemente por cantidad. 

Y ya.

miércoles, 5 de julio de 2023

ATAQUE CULTURETA

 
(Nelson en conflicto con lancha española -Richard Westall -1806-)

Un colega y yo discutimos sobre dos pinturas
Yo sostengo que hay grandes similitudes estructurales entre ambas que no pueden ser casualidad y que tienen una composición tan similar que el autor de la una debía conocer la otra.
Él me dice que veo lo que no hay.

(Los Fusilamientos del 3 de Mayo -Francisco de Goya-1814-)
Yo digo que veo en ambas:

- A la derecha una fila de uniformados extranjeros en perspectiva escalonada alejándose hacia el fondo "acometiendo" ordenadamente a los españoles. Fila de cabezas y cuerpos, pie adelantado.

- A la izquierda del cuadro en una posición ligeramente más elevada que el otro grupo están los españoles en actitudes gestuales más expresivas en las que los brazos y sus posturas cobran protagonismo y en una organización más caótica con filas de más españoles detrás.

- En la parte de abajo, en colores pardos y terrosos mezclados con granates, cadáveres de españoles con los brazos extendidos.

- En la parte de arriba cielo negro y algo que "aclara" ligeramente el horizonte para que haga contraste (en un caso la nube de humo y en otro la loma).

- Y en el centro la figura protagonista vestida de colores amarillos y blancos, luminosos, para atraer la mirada al centro automáticamente. Está flanqueado a su derecha por un compañero que ofrece al espectador la vista de un hombro y parte de la espalda al inclinarse hacia delante.



Ambos pintores (Richard Westall y Goya) son coetáneos y entre ambas pinturas solo hay 8 años. Reflejan la una hechos acaecidos en Cádiz en 1797 y la otra en Madrid en 1808. En la una españoles e ingleses y en la otra españoles y franceses.

Otras obras de ambos autores con similitudes (en este caso en la pose y sobre todo el gesto del brazo)


Esta litografía..


.. es de William Westall, hermanastro de Richard, y acredita que ambos (Goya y él) vivieron en la misma época en Zaragoza, lo que puede reforzar la posibilidad de que Goya y Richard se conocieran y pudiera haber conocido aquel la obra de este (o en su época de formación en Italia tal vez..).

Richard además ilustró una edición en inglés del Quijote lo que acredita de alguna manera su relación con España..


¿Se inspiró Goya en la composición de la obra del británico para la estructura pictórica de su famoso cuadro?

Y ya.

viernes, 9 de junio de 2023

LA ATENCIÓN AL DETALLE

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. El que agradece que en la tierra haya música. El que descubre con placer una etimología. Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. El ceramista que premedita un color y una forma. Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada. Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. El que acaricia a un animal dormido. El que trata de comprender un mal que le han hecho. El que agradece que en la Tierra haya Stevenson. El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, está salvando el mundo.

Borges

Te pasas la vida admirando al filósofo que trata de desentrañar los grandes conceptos y de lograr encontrar las explicaciones definitivas, al poeta que canta al cosmos íntegro y completo, al soñador que imagina universos enteros, al escritor que consigue hacerte pensar en las ideas universales tratando de abarcar en su obra el todo y pareciendo que sólo escribe con mayúsculas, al astrónomo que mira el cielo estrellado y ve distancias inimaginables para los demás, al teólogo que se afana en entender lo infinito.. 

..Hasta que de pronto un día empiezas a sentir esa misma admiración por el especialista que ha dedicado cuarenta años de su vida a un solo insecto, el jardinero que cuida esa flor concreta y espera volver a verla en su rincón cada primavera, la archivera que de manera callada cada día durante horas pasa a limpio, en fichas que nadie leerá nunca, los datos de antiguos documentos que no interesan, con la profesionalidad de saber que da igual si algún día un investigador las necesitará y las consultará o no. Empiezas a admirar al arqueólogo que restaura una pieza minúscula que estará en la vitrina junto a otras treinta iguales porque una vez fue parte de un plato en el que alguien comió, y para que esté lista el día que se encuentre la que iba unida a ella, al vecino que ayuda al párroco de su pueblo limpiando la iglesia por si hoy sí viniera por fin alguna visita, al estudiante de paleontología que en el medio metro cuadrado de excavación que le han asignado se afana con su cepillo de dientes limpiando lentamente los contornos de una pequeña piedra por si fuera otra cosa..

Hoy admiro a los restauradores de lo minúsculo, a los jardineros de una sola flor, a los bibliotecarios de letra clara sobre fichas acartonadas de hace cien años cuyas palabras leo hoy, a los investigadores de lo inútil para todos menos para ellos que dedican su vida al detalle sin valor ni reconocimiento, a los que lloran las lágrimas que se perderán en la lluvia, a los que escriben sus versos en la arena de la playa y lo volverán a hacer mañana. Gentes para las que el mero paso basta y llena completamente, que no ambicionan dejar huella. Los que de verdad construyen el día a día.

Y ya.

jueves, 8 de junio de 2023

DE PRIMERO DE URBANIDAD

 

"De todas las posibles formas de desconsideración con los demás y de falta de educación la peor es la de quien se cree que su tiempo vale más que el de los demás..... seguida muy de cerca por la de gritar en público y enfadarse de manera agresiva. ¡Y, que lo sepas, tu tiempo no vale más que el mío, es más,.. tu tiempo no vale una mierda comparado con el mío. ¿O qué te pensabas? ¡Pero bueno! ¡Habrase visto! ¿Pero quien se ha creído este tío que es? No, si al final me voy a tener que enfadar, y yo cuando me enfado me conozco.."

Paradoja de Figenn-Krausse o interjección de enfado momentáneo.

De todos es sabido que el tabaco es la puerta de la droga dura y que los porros llevan a la heroína y un día te estás encendiendo un trujas y al día siguiente desdentado atracando farmacias con el vaquilla. Eso es así. Lo decía el hermano Braulio. Punto pelota.

Pues lo mismo pasa con la mala educación, que lleva a la cárcel en no tardando. Es una cosa del medio plazo. Está probado. Se empieza por tirar un papel al suelo y se termina matando en serie.

Así que tenga cuidado señora y eduque bien a su retoño si no quiere tener que ir a llevarle el bocadillo a Alcalá-Meco con 19 añitos. Recuérdele que hay que tener en cuenta a los demás. Que el desconsiderado de hoy es el asesino en serie caníbal psicho-killer del mañana. Que Lecter empezó por no dar las gracias.

Porque creo firmemente que el infierno tiene que tener, a la fuerza, un nivel solo para los impuntuales. Y otro más profundo y lóbrego aún por debajo reservado para los que no se presentan a las citas sin avisar o dan excusas de último momento. Nada, pero nada en el mundo, es peor que ser un maleducado. Y la mala educación es, por definición, no tener empatía. No pensar en cómo afectan tus actos a los que te rodean, o peor; que no te importe.. No tener consideración. Ser un fuck*** psicópata, vamos. Carne de frenopático. Gente peligrosa que debe dormir con camisa de fuerza en una habitación acolchada.

(- Que igual estás exagerando. Que hay cosas peores y tampoco es para tanto. 

- ¿Si?.. ¡pues ven y me lo dices a la cara!, Ah, no.. ups, perdón, se me ha ido.. retomo..)

..Pues será eso, pero es que nada me molesta tanto como que alguien disponga de mi tiempo. Que alguien crea que el suyo es más importante. 

¿Pero tanto cuesta organizarse con tiempo y en caso de necesitarlo avisar con antelación suficiente?¿tratar de cambiar la fecha o la hora a la que has quedado? -Me pregunto-. Pues se ve que no es fácil. 

La sombra de Mordor crece. Columnas de maleducados avanzan como un ejército dispuesto a la batalla manchándolo todo con su descortesía. El mal se extiende y el número de desconsiderados aumenta día a día. Que parece ser que hay un virus en el aire últimamente (Putos Chinos con sus experimentos,.. y esos aviones secretos del gobierno con sus chemtrails dejando perdido el cielo de cosas raras..) que impide hacerse una idea aproximada de lo que se va a tardar en hacer algo y luego se te echa el tiempo encima, y total si lo de este tampoco es tan importante, que al fin y al cabo es un colega y lo perdona todo, y lo va a entender y si no lo entiende que le jodan y que si la abuela fuma... (Y por tanto acabará en la droga como ha quedado demostrado)

Pues no. No lo perdono fácilmente y me guardo el rencor y lo alimento como a un puto Tamagochi hasta que se hace mayor y se afeita y contesta a sus mayores. Y entonces explota.. Y así, tiempo después, como ahora con estas líneas, lo saco porque soy mala persona y me desahogo de esta manera (Porque estarás de acuerdo conmigo en que hay que estar muy enfermo de la cabeza para llevar escritas casi 700 palabras para esta mierda de tema en un arranque de cabreo). Porque mi tiempo es como mínimo tan importante como el suyo. Y tengo mucho odio acumulado y pocas balas para tanto maleducado.

(Aquí pongo una carita riendo para que los idiotas sepan que es un texto irónico, que si no a alguno le salta la almendra y llama al teléfono de atención a ofendidos o al 112)  😀

Y ya. Que a gusto me he quedado.


 

domingo, 28 de mayo de 2023

STORIES FROM THE BORDER LINE

 

Mi relación con esas líneas solo visibles en los mapas a las que llamamos fronteras es compleja. Se mueve entre la angustia y la euforia. A veces me emociona saberme de vuelta en mi país por ejemplo cuando levanto simbólicamente la pantalla del casco viajando en moto al regresar por Gerona para que me dé en el rostro mi aire. Otras me asaltan mini ataques de pánico preguntándome ¿Qué pasará esta vez?

Si alguien quiere emociones fuertes le sugiero que viaje conmigo y se la juegue a ver qué pasa al llegar a un puesto fronterizo. No falla. Siempre me pasa algo. Es garantía de éxito. Una apuesta segura.

En mi caso además no es solo la sensación extraña que tenemos todos al ponernos bajo un nuevo ordenamiento jurídico, autoridades, idiomas y costumbres que nos son ajenas, que también. Es algo que somatizo.

Todo empezó cuando casi se me para el corazón en aquella ocasión a la entrada de Suiza. Siendo monitor de un grupo de chavales preparamos durante todo un año un viaje a los Alpes. Conseguimos fondos con pequeños trabajos, diseñamos la ruta, hicimos las reservas,.. y en el tren, tras nueve horas de viaje, pocos metros antes de llegar al puesto de control helvético uno de los muchachos bajo mi responsabilidad me comenta, como quien no quiere la cosa, que se le ha olvidado el DNI en España, documento sin el cual no se puede entrar en la Confederación. En aquel instante envejecí 10 años de golpe ¿Qué podía hacer? Los padres me mataban. No entraba en lo posible quedarme en Francia con él y dejar seguir al grupo, pero tampoco dejarle atrás y seguir con el resto. Me pasó por la cabeza abortar la operación, por supuesto, pero su naturalidad me empujó a la locura de actuar con normalidad mostrando al funcionario la lista y los permisos mientras por detrás de mi iba pasando el grupo con él incluido. Funcionó.


Aquella solo fue la primera. Desde entonces ya me he acostumbrado a que por alguna extraña razón SIEMPRE me paren a mi en los aeropuertos y registren mi equipaje. Va de suyo. No recuerdo un solo viaje al extranjero en el que no haya anécdota que contar a la entrada.

En otra ocasión al ir a descender de un barco para tocar suelo de Israel TODOS los pasajeros del crucero sin excepción pudieron bajar sin problema. ¿Todos? No. El pasaporte de mi mujer se había extraviado y las autoridades de inmigración no la dejaban bajar así que me quedé con ella en el barco hasta que el consulado resolvió el tema y pudimos bajar horas después. Nosotros solos eso si. Sin el resto de la excursión.

Una vez en la fila de desembarco del avión que me dejaba en el aeropuerto de Múnich la gente iba deprisa a recoger sus maletas por el finger y los pasillos iluminados. Y yo con ellos. Me llamó la atención un tío que iba en dirección contraria haciendo girar algo al final de una cadenita. De pronto me fijo en que se dirige directamente hacia mi casi cerrándome el paso. Extrañado de aquella conducta y con prisas no se me ocurrió otra cosa que "regatearle" haciendo como que iba hacia su derecha para pasar luego por su izquierda en un rápido movimiento. Hasta que dejó de girar el objeto aquel y me lo mostró ante la cara. Era una placa de policía. Ale,.. registro y preguntas.

Todas las veces que he viajado a Suiza ha sucedido algo. Recuerdo como al ir a entrar en este país, esta vez ya sin chavales y en un coche alquilado, por razones que escapan a mi comprensión mi nariz empezó a sangrar profusamente y manché mi camisa. Estábamos en la cola para la aduana, por delante de mi había tres coches y decidí (me estaba poniendo perdido) echarme a un lado para limpiarme sin percatarme del conflicto diplomático que en mi ignorancia estaba a punto de crear. En menos de 30 segundos voces y gendarmes armados nos rodeaban. Lo entiendo.. Visto desde fuera se trataba de un tío con la camisa ensangrentada que se salía de la fila ordenada y se ponía junto a un murete de la aduana. He visto atentados yihadistas menos evidentes.

Siempre había soñado con viajar a Escocia. Durante un año entero preparé minuciosamente un viaje de parejas con mi amigo, la mía y la suya. Estaba planeado cada mínimo aspecto y prevista cualquier incidencia y circunstancia. Al llegar a la ventanilla de equipajes del aeropuerto la amable señorita me provocó mi segundo infarto en una frontera cuando llamó mi atención sobre el pequeño detalle de que mi pasaporte estaba caducado y no podía embarcar.

Pero ninguna como aquella ocasión en que al ir a entrar en Palestina el taxista se negó a pasar y nos conminó a bajarnos del vehículo y seguir a pie. Ahí estábamos, a las puertas de Belén, en una carretera polvorienta a 50 metros de un puesto fronterizo que más parecía de un sitio en guerra con sus alambradas, sus soldados, sus medidas antiterroristas.. No se qué fue peor, si los metros en que fuimos andando hasta el soldado que nos decía que avanzáramos despacio y con las manos a la vista o la sensación, una vez pasado el puesto israelí, de ¿Y ahora qué?

¿Qué será lo próximo? Les mantendremos informados. Permanezcan atentos a sus pantallas.

Y ya.

sábado, 27 de mayo de 2023

ELEGÍA A LOS VOCABLOS DESUSADOS

Al limbo de las palabras blancas, esas que nacen y al poco de ser usadas mueren sin haber tenido tiempo de quedarse, suben sin bautismo los vocablos que no tuvieron oportunidad para gastarse.

Como grumetes caídos en un abordaje, amortajados pequeños cadáveres arrojados por la borda lastrados con balas de cañón, tras largo tiempo cayendo por la oscuridad del lenguaje hasta el fondo del mar del diccionario se posan leves en el abandono. Descansan sobre la arena del olvido. Reposan para siempre por el desuso en los limos de la más profunda de las nadas y las desmemorias. Anclas sin barco, recuerdos de lo que pudieron haber sido, restos del naufragio, cabos deshilachados que, como anémonas, bandean las corrientes caprichosas del lenguaje de cada época. Desechadas palabras que ya nadie hace suyas.
Venid a mi, que yo sea quien os recupere para el presente preciso pero insípido. Haced bello el mensaje. Traed lírica de lenguas muertas donde sólo hay rigor exacto. Volved de dónde sea que os hayan escondido.

Y ya.

miércoles, 24 de mayo de 2023

HIGH NOON

 

 "- Que sí. Tú escucha. Que nos vamos a forrar.

   - Es que no lo veo claro pero bueno, dale.

   - Es la historia de una pareja que se deben conocer por correspondencia desde hace menos de un año o algo así, porque nadie en el pueblo sabe nada de ella, que es una pánfila de cuidado. Están deseando irse para casarse por la iglesia en el pueblo de la novia que está a más de 100 kilómetros (el pueblo, no la novia) y abrir allí una tiendecita. Ella no sabe nada del que va a ser su marido porque él ni siquiera le ha contado que tuvo un tema con otra hasta un año antes aunque todo el pueblo lo sabe. Se casan por lo civil en el sitio en el que él es sheriff...

.. La historia es que él detuvo a un asesino rabioso hace tres años y lo condenaron a muerte. Y mientras el malo estaba esperando que lo colgaran el bueno se lo montaba con su novia. 

  - ¿La del malo?

  - Si

  - ¿Un poco raro eso que me cuentas no?¿Qué pasa?¿que es un sheriff sin ética o qué?

  - Ya bueno, hay que pulir esa parte un poco. Pero no. De hecho él se nos presenta como el epítome de la moral y la hombría. ..Sigo..

.. Resulta que la novia del malo y el bueno tras liarse lo dejaron y él empezó el noviazgo a distancia con la pánfila. La peli empezaría en la boda.

  - Con la pánfila

  - Exacto.

.. Y por alguna razón extraña el malo que iba a ser ejecutado sale libre en menos de tres años y vuelve al pueblo casualmente ese mismo día por sorpresa. Viene en tren el tío. Tan tranquilo..

  - ¿Así sin más?¿Pasa de un día para otro de condenado a muerte a estar libre?¿Algún error judicial o algo?

  - No, eso da igual.

  - Pero ¿Se explica en la peli?

  - No

  - Ya, pues.. ¿estarás conmigo en que suena raro, no?

  - No se va a dar cuenta nadie.

  - Es que ya son unas pocas incoherencias y la historia ni siquiera ha empezado...

  - Bueno, continuo,..  pues resulta que la novia del malo y el sheriff lo debieron dejar a las malas porque hace un año que no se hablan. 

  - ¿Y eso por?

  - Bah, no se explica.

  - Ya. Muy sólido.

  - Y en el pueblo, que es minúsculo, todo el mundo lo sabe.

  - Menos la pánfila de la novia.

  - Por eso digo que debe ser de otro pueblo y acaba de llegar para la boda porque no sabe donde está el hotel, ni conoce a nadie, ni nada..

  - Lo pillo. Sigue..

  - Y hay una escena en que cuando vuelve el malo, después de tres años en la cárcel sin ver a su novia y sabiendo que en ese tiempo ella se lo ha estado haciendo con el tío que le mandó allí para que lo ahorcaran, el malo y su ex se cruzan en la estación y no se dicen ni una palabra.

  - Raro, raro...

  - Tu hazme caso. Nos vamos a forrar...

  .. A todo esto la que era novia del malo que luego se lió con el bueno, ahora está liada con el ayudante del sheriff aunque lo desprecia por chiquillo. Y la pánfila, que no se entera de nada pero quiere irse de ese pueblo en cuanto pueda, va con 20 maletas de la carreta al tren y del tren a la carreta como si nada. Y de pánfila pasa a matar gente por la espalda.

 - Ya veo.. Un guion perfecto. Redondo. Sin fisuras.

 - Ah, y la hacemos en blanco y negro a pesar de que ya nadie rueda en blanco y negro hace años.

 - Si hombre,.. y en tiempo real ¡No te digo!..

- Necesitamos un título.. ¿Qué te parece "El tren pitará tres veces"?

- Ni a un francés se le ocurriría.

- ¿Y "Solo ante el peligro"?

- Muy filosófico.. Los españoles no lo pillarían. Lo llamaremos "Mediodía".

- Pos falen.

Y ya"

jueves, 4 de mayo de 2023

LOS TRES INVESTIGADORES

 

Más que leer aquellas historias las devoraban. Esos libros eran lo que pedían de regalo en cada comunión y cada cumpleaños. Los que no tenían se los intercambiaban entre ellos. Y además en la biblioteca del colegio estaba la colección completa y subían a leerlos en los ratos muertos hasta que sus padres pasaban a recogerlos . A sus nueve años a Juan Antonio, como a sus amigos Alberto y Miguel Ángel, le fascinaban las aventuras de Jupe, Pete y Bob.

El grupo protagonista había elegido un nombre gris y ordinario que a ellos sin embargo les parecía el colmo de lo que se podía molar a esa edad. Tenían su propio logo, un lugar maravilloso y escondido, el `Patio Salvaje´ del tío de Júpiter, que usaban como base secreta de su club, vivían en un mundo propio en el que los adultos eran meros invitados de paso,.. y sobre todo tenían misterios por descubrir.

Era 1979 en una ciudad de provincias. En los telediarios ETA mataba cada día en algún planeta lejano ajeno a ellos. John Wayne cabalgaba en `Sesión de tarde´ los sábados y sonaba Mecano en la radio del coche de sus padres. Salían de Mazinger-Z para llegar a Orzowei, atrás quedaban Epi y Blas, Torrebruno, Pippi calzaslargas, Heidi.. Recién hecha su primera Comunión el mundo de los mayores se abría ante ellos. Era el momento de hacer cosas importantes.

Juan Antonio, Alberto y Miguel Ángel querían sentirse como sus héroes. Y por ello un buen día, conocedores de su mutua afición, durante el recreo se sentaron en los escalones que bajaban al teatro del colegio a escondidas de la marabunta que gritaba y jugaba al balón por encima de sus cabezas. Aquella trinchera en el extremo del patio les hacía sentirse alejados de todo lo demás y por media hora al día aislados en sus cosas. Eso solo lo consigue la imaginación que se tiene a los nueve años. Allí solemnemente decidieron fundar su propio trío de detectives a imitación del de sus idolatrados personajes. Ya tenían escondite. Se repartieron los roles y Alberto empezó a tomar nota en un cuaderno de sus principales decisiones fundacionales. Eligieron un símbolo y se llevaron como deberes a casa pensar un nombre chulo para su agencia de detectives infantiles. Cerraron la reunión y se despidieron ceremoniosamente y de manera discreta hasta el día siguiente como si no fueron a subir juntos a clase a pasar allí las próximas horas. No volvieron a comentar nada de lo tratado en su reunión secreta durante todo el día actuando como si aquello no hubiera sucedido, como si esa media hora hubiera sido una burbuja o un paréntesis en sus vidas. Así se daban aires de misterio y secretismo. 

En la jornada posterior, en su segunda reunión en el recreo, adoptaron un nombre que no recuerdo y pasaron al punto del orden del día importante: Qué iban a investigar, cuál sería su primer caso. En sus mentes de niños soñaban con desentrañar algún asunto que trajera de cabeza a la policía en su ciudad y además su fantasía mezclaba con lógica infantil retazos de comentarios oídos a medias a sus padres en casa con leyendas urbanas e historias inventadas.

- Los "fachas" -propuso Juan Antonio rompiendo el hielo-. En algún sitio he leído algo sobre los "fachas"... que hay muchos ahora en Valladolid o no se qué.

- ¿Qué es eso? -interrogó Alberto interesado mientras escribía la sugerencia.

- Ni idea -contestó Juan Antonio-. Debe ser una banda o algo así. Tal vez atracadores de bancos. Podemos averiguarlo y si lo resolvemos y les detienen por lo que hayamos investigado seremos famosos.

- A lo mejor tiene que ver con lo de las llaves del Campo Grande -intervino Miguel Ángel.

- ¿Las llaves del Campo Grande?

- Ayer mi hermano mayor hablaba en su habitación con sus amigos de ir al campo grande por la noche a por maricas, o no se qué. -explicó- Alguien dijo que se hacia sonar las llaves como señal o algo así porque el Campo Grande se cierra de noche. No me enteré muy bien.

- ¡Eso es genial! -se alegró Alberto-. Suena super misterioso.

- Si. Tiene de todo -señaló Juan Antonio-. Habría que ir por la noche a verlo. Unas llaves, unos "fachas", un parque cerrado de noche. ¡Es como en los libros!

- A lo mejor son unas flores exóticas que crecen en algún rincón secreto del parque, alguien se ha fijado en ellas y lo ha descubierto pero no se lo ha dicho a nadie, y van por la noche a cortarlas para hacer droga.. -dejó volar la imaginación Alberto.

- Se acabó el recreo. Mañana seguimos la reunión. Que cada uno traiga lo que haya averiguado -organizó Juan Antonio.

..

Dos reuniones fueron su efímera vida. El club recién creado nunca más se volvió a reunir. Otros asuntos requerían las energías e imaginación de sus tres miembros. En eso consiste tener nueve años; en emocionarse hasta el extremo con algo de lo que al día siguiente te vas a olvidar. En ilusionarte tanto durante dos recreos con una aventura puntual y momentánea como para recordarla con una sonrisa en la boca cuarenta y cuatro años después. Como si estuvieras aún en aquellas escaleras con tus amigos en el mejor de los tiempos, mientras sobre tu cabeza suenan los chillidos de cien chicos jugando a mil juegos pero tú estás en tu propio mundo.

Hoy han vuelto a mi los tres investigadores.

Y ya.



jueves, 27 de abril de 2023

EL RETORNO DE LAS MUJERES ENTS

"- ¿Cuándo murieron? -preguntó Pippin.

- ¿Morir? No he dicho que murieran. Solo que las perdimos. 

Un día se fueron y nunca más hemos vuelto 

a saber qué fue de ellas -contestó el Ent."


Bárbol encabeza la última marcha de los Ents. Sáruman ha despertado su furia olvidando para qué vino a la tierra media y sucumbiendo a la "industria" y al metal que exigen su precio en madera. Por fin la cámara ha reaccionado. Él y los demás pastores de árboles, que han cuidado los bosques desde la primera edad, han estado mucho tiempo callados decidiendo qué hacer. Han tardado en despertar de su letargo. Su lengua se habla lentamente. Ahora se han dado cuenta de que ha sido demasiado y puede que ya sea tarde para oponerse al descontrol del deseo de poder del mago cegado por su ambición. Y para entonces ya solo podrán tratar de detenerlo "a roca y fuego".

Hace muchos años que las mujeres Ents se fueron, Nunca más volvieron a saber de ellas. Es una historia triste que hunde sus raíces en la niebla del recuerdo. La nostalgia de la tierra invade el bosque de Fangorn. Sin las Ents no pueden llegar nuevos pastores de árboles. Las echan de menos. Las echamos de menos.

Se oyen rumores lejanos. Extrañas noticias hablan de su regreso. Puede que hayan vuelto y esta vez sean más sabias tras su viaje ancestral. Y más jóvenes. Como si el tiempo no hubiera pasado por ellas desde que un día se fueran y la edad no las afectara.

Y ya.


sábado, 4 de febrero de 2023

ODIO A LOS COBARDES

(Dios odia a los cobardes -Fangoria-)

When we grew up and went to school
there were certain teachers who would
hurt the children in any way they could
by pouring their derision upon anything we did
and exposing every weakness
however carefully hidden by the kids.

But in the town, it was well known
when they got home at night, their fat and
psychopathic wives would thrash them
within inches of their lives.

The happiest days of our lives
The wall
Pink Floyd

Os odio.

Odio a los cobardes.
Odio con todas mis fuerzas a los que tienen una vida de mierda y lo pagan con quienes les rodean, a menudo dándoles todo el amor que saben darles.

Odio al patético idiota que, adornado momentáneamente con una pequeñísima parcela de poder, se proyecta sobre quien tiene influencia aprovechando ese momento, creyéndose lo que no es y humillando al que espera para entrar en la discoteca porque le han dado la "autoridad de la puerta", al anciano en el autobús restregándole su juventud maleducada, a su novia de 15 años haciéndole sentirse un guiñapo, o lo que equivalga en cada caso miserable.

Odio al abusón del colegio que inseguro de si mismo invade la única esfera en la que se sabe fuerte, y destruye a la gente más débil de su alrededor para sentirse reforzado en su mediocridad.

Odio al mierda que se siente inferior cada asqueroso día de su existencia y paga su desgracia con sus alumnos porque en el aula es la figura de autoridad, no como cuando vuelve a casa y le recuerdan que no es nadie.

Odio a la esposa castradora que te hace saber a cada segundo que no eres suficiente para ella y que ya le dijo su madre que debía haberse casado con Anselmo, que ese al menos tenía tierras.

Odio al jefe tirano y déspota que traslada los abusos que le hacen a él proyectando en sus subordinados sus frustraciones.

Pero si a alguien odio más que a ninguno de todos estos cobardes es al niñato malcriado que mortifica a sus padres, al hijodeputa que hace sentirse como una mierda a su pareja humillándola en público o en privado porque su relación con él o ella es su único espacio de fortaleza, al sociópata que hace daño a otro (¡a un niño!) porque le produce placer.

Pegar a un padre o a una mujer debería castigarse en el más bajo de los círculos del infierno. Hacer daño a un inocente, más aún cuando es un niño, por la sensación de gusto que la mente enferma obtiene, hace al sujeto reo del peor de los sufrimientos.

Que no hay acto más cobarde que vengar tu propia debilidad en quien encuentras más débil en tu entorno. Nada te hace ser más minúsculo y patético, aunque por un momento insignificante sientas lo contrario, que trasladar lo que otros te hacen sentir a ti en aquellas personas sobre las que tienes poder. Eres un mierda y no puedes huir de eso por más que lo intentes con tus actos miserables.

¡Psicópatas cobardes!.. No sois nada o peor, y lo sabéis. Y frustrados vengáis vuestra desgracia y debilidad en quienes tenéis más cerca. Gentecilla que habéis encontrado en hacerles daño el espacio para ser algo cuando sabéis que no sois nada. Porque sabéis que no sois nadie.

Os odio.

Y Ya.

domingo, 29 de enero de 2023

EL NOMBRE DE LA ROSA

"La rosa no dejaría de ser rosa, 
tampoco dejaría de esparcir su aroma, 
aunque se llamara de otra manera." 
Romeo y Julieta 
William Shakespeare

"Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus"
El nombre de la rosa
Umberto Eco 

"En el principio era el verbo, 
y el verbo estaba en Dios, y el verbo era Dios."
Evangelio según San Juan (1. 1-18)

"De la rosa perfecta queda el nombre. Tenemos su nombre desnudo."; Con estas palabras acaba el magistral relato, lleno de niveles de lecturas y enseñanzas filosóficas, del maestro de semiótica y simbolismo boloñés.

Igual que pasa con las personas y las vivencias, que cuando se van solo dejan el recuerdo, las lágrimas en la lluvia, cuando la rosa se ha marchitado y ya no existe lo que nos queda únicamente es la palabra por la que identificamos la idea de lo que es una rosa. El término que hemos creado para definirla y referirnos a ella.. Su nombre.

De esta hermosa forma, como ha hecho a lo largo de toda su novela, que es todo ella una enorme metáfora sobre el amor a la palabra y al conocimiento y su divulgación y estudio, a la filosofía de las ideas y el lenguaje, nos transmite su mensaje central: la importancia del lenguaje, el carácter sagrado de las palabras. La novela más famosa de Umberto Eco es un gran canto de amor a los libros, al lenguaje y a las palabras, un poema gigante al mimo en el uso de los vocablos, los términos y los sonidos con significado. Y también es un tratado filosófico platónico sobre los conceptos y las ideas que hay dentro de esas palabras que solo son en el fondo el vehículo para su sentido.

Al decir o escribir la palabra "ROSA" no necesitamos ver, oler o tocar una para evocarnos la flor. El uso de esas letras o sonidos en esa combinación concreta tiene el poder de "crear" en nuestro entendimiento un concepto común compartido. Al hacer ese "conjuro", al usar esa fórmula artificial, "invocamos" a la rosa, que se aparece así en nuestro entendimiento. Llegamos al contenido por el continente. Y lo hace simultáneamente en todos los que lo oímos. Se produce así la magia.

Las palabras son el ropaje de los recuerdos, la forma con lo que vestimos los conceptos y las ideas para reconocerlos. Platón sostenía que estos tenían vida propia (y de hecho que el suyo era el mundo verdadero) y que las palabras con las que las identificábamos eran la pobre traducción a términos comprensibles para su uso y manejo diario por los hombres.

Mark Twain en su "Diario de Adán y Eva" nos cuenta como el primer varón no podía entender la necesidad de su mujer de poner nombre a todas las cosas nuevas que veía hasta que entendió la utilidad de referirse a cada una de ellas cuando estas no estaban presentes y no podía simplemente señalarlas. Es una de las maneras más hermosos de explicar Io que es un concepto o una idea.

Para Umberto Eco el lenguaje es el canal que nos permite usar las ideas, transmitir los conocimientos, almacenar los conceptos, la palabra, el término que define cada elemento, el nombre de la rosa, el único acercamiento posible que tenemos los hombres al mundo de las ideas y los libros son los barcos en los que estas viajan.

Con el lenguaje podemos pensar (ordenar nuestros pensamientos en categorías), la palabra nos permite filosofar sobre cada concepto sea el mal o la risa. Inventamos términos para referirnos a cada cosa, usar el lenguaje, hablar, escribir... nos pertenece solo a los humanos. Es un rasgo que nos hace tales. Es nuestra esencia dar nombre a la rosa. Es el don que nos ha sido regalado dar nombre a la risa.

Por todo ello es para Umberto Eco materia sacra el lenguaje. Y sus sacerdotes quienes se encargan de cuidar la palabra y cultivarla: Bibliotecas, libros, lingüistas, estudiosos, buquinistas y libreros de viejo, lectores y escritores, maestros, monjes medievales, investigadores y bibliófilos.. Porque al hacerlo cuidan los conceptos que están vestidos de aquellas y con ello la idea misma de la humanidad.

Nosotros somos cuidadores del verbo como cofre en que se guarda el tesoro de la idea, adoradores de la verdad que buscamos expresar en lenguaje comprensible. Lectores, conversadores, investigadores, usuarios de la lengua. Somos constructores de mundos con las herramientas del lenguaje... Como el Lucas Corso del relato de Pérez-Reverte somos cazadores de libros, buscadores de palabras perdidas. O de la palabra perdida. Perseguimos definir lo inefable. Encontrar el nombre de la rosa.

Y ya.