Hay dudas acerca del origen del termino pero en lo que está de acuerdo toda la comunidad científico-ortográfica-gramatical es en su plena vigencia lingüística.
Algunos autores apuntan a su procedencia del vulgarismo "¡¡a berrar!!" que era la voz usada en el medio rural extremeño para hacer saber al interlocutor la distancia mínima a la que desearía que estuvieran separados ambos (equivalente al casticismo "a tomar p´ol culo")
En la literatura clásica sin embargo nos encontramos ejemplos de otros usos y posibilidades de que la raíz del término tenga su nacimiento. Apunta Laiz Entralgo (Segovia-1948. Idid em. Bib. "El nacimiento de una Lengua", Editorial Abadengo) que en su opinión tiene su primera aparición en las letras latinas en "De Amicitia" de Cicerón cuando dice: "Concilium ab itineri errante", que traduce como " La recomendación que da quien recorre el camino" (Otros lo hacen por "reunión de vagabundos" y hay quien incluso por " (ir) desde el que se equivoca" -partir de un error de base-). Considera así que la primera vez que aparece esta vox es este "ab-errante" (Sic)
Manifiesta su desacuerdo Díaz-Plaja al aseverar que el verdadero significado provendría de la expresión que usa Dante en La Divina Comedia (Traducción de Ruiz Erice 1972- Fontaneda) en el verso 579 que reza "ab erratio nasciturus" y que se supone tomada de una cita perdida de Nostradamus. Se traduciría por "el que va a nacer del error" (el no deseado). "Ab erratio" sería en este contexto lo que nace con tara, con fallo desde su origen, con "error de fabricación" o "de serie". Con vicio oculto.
Por último dos conocidos arabistas dan sus propias explicaciones sosteniendo diferentes hipótesis y teorías al respecto:
Por su parte el profesor Condorcet Flavour de La Sorbona cree hallar la etimología y raíz de esta expresión en su ascendencia árabe al encontrarse repetidamente en los textos de Solimán el Magnífico cuando habla de la "Al-berracia" ("lo bizarro" -lo extraño-) entendida como la rareza, lo friky, lo fuera de lo ordinario y la norma.
Sin embargo, y lo hemos dejado para el final por ser la corriente con la que estamos más de acuerdo, la doctora Gómez Vélez, catedrática de sofrología de la facultad de filología hispánica de la Universidad de Granada, vincula la etimología del término a las monstruosidades abortivas aparecidas durante las investigaciones médicas y quirúrgicas del antiguo y poifacético filósofo, matemático y cirujano cordobés a las que en sus posteriores escritos bautizó como "averroaciones" en homenaje a ser descubrimiento suyo.
Sea cual sea su origen, en todo caso lo que queda clara es la modernidad y actualidad de la entrada en el diccionario "Aberración"
Sea cual sea su origen, en todo caso lo que queda clara es la modernidad y actualidad de la entrada en el diccionario "Aberración"
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