lunes, 24 de noviembre de 2014

GOLPEA Y RUEDA


"Lo que nos faltaba por ver. Negros aporreando sus pianos mientras blancos sin conciencia de su ser los miran envidiosos de su virtuosismo. Un don, que se les reconoce, que es un regalo de Dios en forma de sentido tribal del ritmo."


Pastor Ronald Ramsey - Primera Iglesia Adventista de Topeka, Alabama.

Así que allí estaban gentes como Fats Dómino, "aporreando" su piano con un cierto talento que paternalistamente "se le reconocía". Y otros como Jerry Lee Lewis mirándoles con envidia desde una perdida conciencia de su superioridad, para luego casarse con su prima de 14 años y regalarnos su música animal nacida del reconocimiento de la superioridad de la raza negra.


Llegaba algo febril, pecaminoso y concupiscentemente lascivo, .. Demoniaco. Algo que nacía de la insana mezcla de lo negro y lo blanco, del blues y del country,... Algo que experimentaba con los nuevos sonidos que proporcionaba la electricidad, con la velocidad que imprimía una batería libre y creativa.. Algo que reclamaba libertad y se salía de los cánones, que exigía desenfreno como condición sine qua non, que llevaba hipnóticamente al movimiento espasmódico.. golpear y rodar, marcar y girar sin parar..


Era puro, era nuevo y fresco. Era genuino.


Era diversión, era mezcla, era velocidad y ritmo, era salirse de la norma. Era Chuck Berry y su guitarra increíble, era Chuby Checker, era Little Richard, ..Bill Halley, Budy Holly, Johny Cash, Roy Órbison ... y luego fue Elvis.


Era el Rock´n Roll




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