Tenía un conocido que con una mala leche digna de record Guiness insultaba preguntando al interlocutor si conocía ya a su padre (al propio, no al del ofensor)
"- Y tú ¿Cómo sabes a quién felicitar en el día del padre?", o "- Entonces ¿ya sabes quien es tu padre?" o.. "-¿Al final ya es seguro que eres hijo del señor con el que se casó tu madre?"
Estaréis conmigo en que el retorcimiento del comentario merece sitio aparte en el "hall of fame" de la mala hostia, amen de ser sutil e indirecto en el grado adecuado para que el ofendido tarde una décima de segundo en entender el improperio. Lo justo para o bien salir corriendo y que no te alcance o para dejar sentada su estupidez.
El receptor del insulto solía quedarse estupefacto. Ya fuera por tardar un instante en entender la sutileza de la indirecta o bien por no creer haber oído bien. Tal era el tamaño de la grosería y la "osadía" de arrojar un guante de ese volumen.
Y es que tras cualquiera de estas fórmulas lo normal era que llovieran los puñetazos. Eran preludio impepinable de una manada de hostias considerable, de un reparto ciego como si de un molino se tratara. Es de esas frases que no te puedes quedar de brazos cruzados cuando te las dicen.
Por ello había que estar muy loco para usarlas (que era el caso pues está comprobado que se puede ser ingenioso e insultar con estilo y ser gilipollas a la vez). Quien lo decía sabía lo que estaba haciendo. Era perfectamente consciente de estar iniciando una pelea.
..Y es que la paternidad (comprobada) es una cosa muy seria.
Y ya. Sin moralejas. Que hoy no me apetece.
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