Me pregunta mi amigo frances Antoine qué significa cuando los españoles decimos que alguien es majo. Tras varios circunloquios etimológicos y rodeos en los que hemos paseado por el casticismo antiafrancesado de majos y goyescas y por el majete de Torrente.. al final he tenido que claudicar y confesarle la verdad. Le he tenido que reconocer que en castellano majo es despectivo aunque parezca lo contrario, le he tenido que decir que majo es el término que toda la vida de dios han usado ellas para describir sin herirle mucho al tío que no las gustaba.
Que te dijeran que eras muy majo era sinónimo de que el que la ponía berraca perdida era tu colega y tú podrías haber sido perfectamente un mueble, que ni siquiera se molestaba en poner en su agenda tu nombre sino simplemente "el amigo de..". También podía significar que no estaba interesada en que la metieras mano, ni la lengua siquiera un poquito, pero no le parecías mala gente y podías zumbar a su alrededor si no molestabas mucho. Que eras majo suponía que no saldría contigo ni aunque fueras el último hombre sobre la tierra, o que eras simpático pero menos excitante que una bombilla fundida. En el mejor de los casos cabía que fueras incluso interesante bajo ese apelativo.. pero las manos quietas.
"¡Que majo eres!" siempre se pudo traducir casi literalmente por "¿me presentas a tu amigo?"
"Es muy majo", era igual a "Es feo" o cuando menos a "No me pone, nada"
"Si eres muy majo .." era "No estoy interesada. No insistas."
Majo era el idiota que hablaba con ellas y las escuchaba para hacerse el sensible en la esperanza de que algo cayera en un momento de debilidad etílica, el eterno amigo que nunca se comía una mierda porque cuando ya estaba a punto de caramelo aparecía el guaperas de turno y culminaba toda una tarde de meter ficha y cavar zanja en la trinchera como un campeón.
A los tíos buenos jamás les llamaron majos.
Me lo han contado, eh. No vayas a creer tú que yo...
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