viernes, 13 de junio de 2014

EL INCREÍBLE CASO DEL SEGUIDOR DE TEORÍAS ABANDONADAS


Se sentía solo e incomprendido. A menudo se preguntaba cómo podía ser que los demás no lo vieran tan claro como él. Es más, cómo podía ser que se hubieran dado por superadas tantas ideas, corrientes, teorías.. con las que él estaba de acuerdo y a las que veía completa lógica.

Era un Vintage conceptual. Y no lo hacía por snobismo hipster, sino por sincera creencia.
Concepciones que para la mayor parte de la gente habían quedado obsoletas eran plenamente vigentes en su pensamiento.

Se declaraba Lamarckista en cuanto a teoría de la Evolución. No le cabía en la cabeza que el milagro de la adaptación de las especies se produjera por mutaciones casuales como rezaba el Darwinismo. Era más de la idea de que las especies tenían un componente inteligente que pedía a sus genes evolucionar en determinada dirección concreta para mejor adaptarse a su entorno. Aunque solo fuera por ahorro de tiempo y rentabilidad. Le parecía lo más lógico.

Seguía asombrándose de que todas las actuales corrientes en psicología dieran por superado a Freud y sus teorías. Para él eran la explicación a todo lo que sucede en nuestro cerebro. Le resultaba evidente el papel de la infancia y la sexualidad como elementos condicionantes de la existencia del ser humano. Todo era sexo y cada persona era única por su infancia y sus aprendizajes en ella. ¿Qué era lo que no estaba claro? ¿Por que los teóricos modernos abandonaban la teoría del trauma, la del subconsciente y la práctica del psicoanálisis?


En materia de criminología rechazaba las presunciones a las que llevaban las ideas de Luombrosso y su frenología, por racistas y por injustas por generalización, pero ¿que duda cabía de que el aspecto y la constitución marcaban el futuro de cada persona? ¿No era evidente que los atractivos tenían más posibilidades de éxito en sociedad y que los menos agraciados eran más probables estadísticamente entre los más desfavorecidos y entre los delincuentes?


Se declaraba comunista convencido. No era una mera pose teórica. Era marxista. Solía decir que como experiencia humana que era, el comunismo había fracasado y había desaparecido, a diferencia del capitalismo, que solo había fracasado. Estaba harto de que le recordaran los daños históricos que el leninismo había hecho y como había terminado desapareciendo por impedir el desarrollo de la persona en favor del estado. Desde su punto de vista lo que había fracasado era el modelo elegido para ponerlo en práctica, no el comunismo en si mismo.


¿Había modas también en materia de pensamiento? ¿No había una verdad única y la vida consistía en buscarla? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario