miércoles, 15 de octubre de 2014

UNA DE ZOMBIES


La corrección política mató a la muerte.

No se podía dejar que los niños vieran cadáveres en los programas televisivos pero tampoco se podía renunciar al mayor elemento de generación de audiencias jamás permitido: la violencia. Así que se adoptó una salomónica decisión allá por los 80: Habría violencia pero no muertes.


No me parece mal. Yo mismo no he dejado a mis hijos jugar con pistolas hasta la edad en que fueron capaces de entender que las de verdad quitaban vidas y qué significaba eso. Solo digo que aquello nos llevó a situaciones cuando menos paradójicas en el cine y la televisión que vinieron después.


En McGiver y en el Equipo A el realizador se aseguraba de mantener el plano el tiempo suficiente para que los miniespectadores viéramos como salía el soldado del tanque en llamas o como se levantaba del suelo tras la explosión y la vuelta de campana del jeep.


Luego vinieron las mierdas de post-precuelas de star wars y los malos eran robots para que al no ser seres vivos fueran prescindibles y quedara a salvo la corrección política.


Más tarde vino la experimentación de esta teoría con los vampiros cutres de instituto de crepúsculo y toda la ponzoña vampirística que lo ha seguido. Se les podía "matar" ante la cámara, ya que en realidad ya estaban muertos. "Conciencia" salvada.


Hoy es a los Zombies a los que, dado que ya están más p'alla que p'aca, nunca mejor dicho, pero todavía dan mucho juego, se puede  eliminar de las maneras más salvajes y sangrientas en pantalla. Lo vió con acierto el guionista de "Piratas del Caribe", lo tocaron a modo de prueba en "Juego de tronos" con los "white walkers" y lo explotaron definitivamente con "The walking dead"


Que no me parece mal como recurso, no lo critico. Solo digo que a veces los humanos hacemos cosas raras y paradójicas por ser políticamente correctos.


Y ya.

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